La puesta en marcha de la nueva Subestación Eléctrica de Buen Tono –dos años después del incendio que consumió la antigua subestación y el edificio donde se encontraba el Puesto Central de Control 1 del Metro– reunió a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y al líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, Fernando Espino.
Una serie de incidentes en el Metro –que el gobierno central considera como “atípicos y premeditados” y el gremio de trabajadores atribuye a la falta de mantenimiento– antecedieron al encuentro entre Sheinbaum y Espino. El más reciente de ellos fue el desacople de dos vagones de un tren en la Línea 7, y el más grave el choque de trenes en la Línea 3.
En ambos incidentes el Metro ha denunciado situaciones atípicas como que en el desacople de Línea 7 se encontró un tornillo flojo, otro degollado y la ausencia del cintillo de seguridad en el sistema de sujeción de ambos vagones, o que tras el choque de trenes en Línea 3 se encontró la caja negra de uno de los trenes en una camioneta fuera de la escena del incidente.
Esto abrió un debate en redes sociales, con un grupo que acusa un posible sabotaje al Metro, y otro, principalmente la oposición al gobierno de Morena, que señala negligencia y falta de presupuesto en el mantenimiento a esta infraestructura vital para la ciudad, por la que se mueven más de 4 millones de personas cada día.
El lugar del encuentro fue el complejo de Delicias 67, en el Centro Histórico, donde el Metro tiene sus oficinas centrales. El primero en llegar fue Fernando Espino, y lo hizo entre aplausos y porras de los trabajadores sindicalizados. Después lo hizo Sheinbaum entre aplausos de sus invitados, entre ellos gran parte de su gabinete, diputados locales, federales y senadores.
También asistieron integrantes del Consejo Consultivo del Metro, conformado por instituciones como la UNAM, el IPN, la UAM, la UACM, el Colegio de Ingenieros, el Colegio de Arquitectos, entre otras. Asimismo acudieron dos de los tres exdirectores del Metro de la administración pasada: Jorge Gaviño Ambriz y Jorge Jiménez Alcaraz.
El lugar de Espino no fue en el estrado, sino en la primera fila de invitados, junto a la secretaria de Administración y Finanzas de la ciudad, Luz Elena González. Sheinbaum, por su parte, encabezó un recorrido por la nueva subestación eléctrica acompañada, entre otros, del director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, pero no del líder de los trabajadores del Metro.
De vuelta en el pódium, Sheinbaum buscó con la mirada a Espino y le dirigió un saludo a la distancia. Cuando el director del Metro, Guillermo Calderón, mencionaba en su discurso que la construcción de la nueva subestación, que tuvo una inversión de 4,500 millones de pesos, fue posible “porque el país cuenta con la CFE”, Sheinbaum le dijo por lo bajo que también fue gracias a los trabajadores del Metro.
Calderón rectificó: “lo diré un poquito más adelante, pero lo digo ahora. Por supuesto con los trabajadores del Metro que han sido clave en la parte del diseño de proyecto, seguimiento de construcción, y están ahora certificados por el Centro Nacional de Control de Energía para operar (la subestación). A ellos todo mi aprecio, reconocimiento y cariño”.
Fuente: Forbes
