El consejero presidente Lorenzo Córdova advirtió que la reforma electoral aprobada en la Cámara de Diputados pone en riesgo las elecciones de 2024, debilita la calidad y certeza, y aumenta la posibilidad de conflictos postelectorales; por lo que llamó al Senado a corregir el rumbo, a consolidar la democracia y no avalar la destrucción, pues esto alteraría la paz y la gobernabilidad.
Por primera vez, el consejero presidente se pronunció sobre el “Plan B” de reforma electoral, aprobado por la Cámara de Diputados esta semana, y pidió que en el Senado “ojalá, surja una propuesta que consolide a la democracia y no que avale la destrucción, la erosión de las instituciones electorales por prejuicios, como hoy quedan evidentes, por eventuales rencores personales o por alguna otra circunstancia”.
Córdova Vianello explicó que si de por sí las elecciones del 2024 implican un gran reto, no sólo por su nivel técnico, sino por la enorme dimensión, la polarización y la intolerancia la volverán más compleja; pero sobre todo, el tener que aplicar cambios a las reglas electorales con una reforma que calificó como “la menos racional y responsable que hayamos visto las y los mexicanos en más de medio siglo”.
Por lo que alertó que los cambios ponen en riesgo la calidad de las elecciones en México que con el sistema electoral actual, le han dado al país “el periodo más largo de estabilidad política, de paz pública y de gobernabilidad democrática de toda nuestra historia”, en los últimos ocho años y medio con el INE.
Córdova pidió “llamar a las cosas por su nombre” y alertó que esta reforma, que aún ni siquiera termina su proceso legislativo, ya tiene divida e inconforme a la sociedad y a las fuerzas políticas, “es decir, son reformas que están naciendo con el germen de la división, del atizamiento a la polarización y no del consenso”.
Con estos argumentos, el consejero presidente pidió al Senado que evite conflictos técnicos y postelectorales.
Y volvió a reiterar “una vez más, y con todo respeto y convicción”, el ofrecer toda la información técnica, operativa, organizativa y financiera, pues señaló que la Cámara de Diputados no hizo requerimiento alguno, lo que llevó a que las reformas aprobadas “atenten contra la certeza y la calidad de los procesos electorales, al eliminar indiscriminadamente plazas del servicio electoral; fusionar estructuras que tienen dinámicas de trabajo intensas, diversas y en ocasiones sobrepuestas en el tiempo; aumentar el número de boletas que recibirán los presidentes de casilla y disminuir los tiempos para la capacitación de quienes integrarán las casillas”.
Fuente: Milenio
