La carrera presidencial en Estados Unidos empezó a ser escenario de una batalla judicial y política entre los campos demócratas y republicanos, conforme la designación de un fiscal especial para el Trumpgate, por un lado, y el inminente lanzamiento de investigaciones legislativas sobre la familia Biden por el otro, anticipan una nueva era de confrontación partidista en Washington.
Jack Smith, el fiscal especial designado por el Departamento de Justicia de la administración demócrata, empezó de inmediato a integrar un equipo de experimentados abogados para indagar si Trump violó la ley en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y en la sustracción de más de 300 documentos confidenciales o secretos de la Casa Blanca.
Desde la colina del Capitolio, la próxima mayoría republicana de la Cámara de Representantes comenzó a poner la mesa para lanzar a partir de enero lo que se anticipa como la mayor avalancha de investigaciones sobre Joe, James y Hunter Biden, incluido un posible juicio político al actual mandatario, para tratar de nivelar el terreno de juego en la lucha por la presidencia en 2024.
“Los republicanos del Congreso dejaron en claro que van a hacer una sola cosa, es decir, investigaciones, y lo están haciendo por venganza política”, advirtió Kyle Herrig, del Proyecto de Integridad Legislativa (CIP, por sus siglas en inglés).
Fuente: Milenio
