Cuatro alumnos de la escuela secundaria “Antonio Caso”, en el municipio de Cuautla, Morelos, se contagiaron del virus Coxsackie (un virus que vive en el aparato digestivo), por lo que suspendieron clases en el plantel hasta el próximo lunes, para evitar un mayor número de brotes.
Padres de familia alertaron desde muy temprano sobre los casos, por lo que informaron a la directora del plantel para que avisara al sector salud y se tomarán acciones oportunas para evitar más contagios.
Con base en información de la Secretaría de Salud del Gobierno Estatal, son cuatro alumnos de segundo y tercer grado, quienes cuentan con diagnóstico confirmatorio de consultorios privados al virus de coxsackie y un caso probable de dengue no grave.
En este sentido, autoridades de los Servicios de Salud en Morelos explicaron que la enfermedad de manos, pies y boca, causada por el virus de coxsackie, afecta sobre todo a menores de cinco años de edad, provocándoles llagas en la boca y sarpullido; sin embargo, cualquier persona puede contraerla ya que es muy contagiosa.
Los pacientes se encuentran en su domicilio y se vigilará su estado de salud, además, se difundirán acciones informativas y preventivas en el plantel educativo,
Asimismo, especialistas explicaron que el virus puede estar presente en secreciones de la nariz, saliva, mucosidad y en el líquido de las ampollas; se propaga por la tos, estornudos, contacto directo con la persona enferma, a través de las heces; contacto con objetos contaminados, como juguetes, cubiertos, etcétera, por lo que se deben fortalecer las medidas de higiene en todo momento.
Salud Morelos recomendó mantener las medidas de prevención ya conocidas desde la pandemia por COVID-19, como son el lavado de manos con agua y jabón, o utilizar alcohol gel al 70 por ciento, evitar saludar de beso, practicar estornudo de etiqueta.
En este contexto, autoridades del IEBEM recordaron que todos los planteles cuentan con los insumos sanitarios suficientes como gel antibacterial, jabón y cloro, con la finalidad de mantenerlas como espacios seguros para las y los alumnos.
Fuente: El Financiero
