Autoridades pidieron a la población mantenerse alejada del río Óder -entre Alemania y Polonia- debido a que miles de peces flotan inertes en esas aguas y han despertado el temor a un “desastre” ecológico.
Los bancos de peces surcando panza arriba cerca del pueblo de Schwedt, en el este de Alemania, probablemente fueron arrastrados por la corriente desde Polonia, donde vecinos y pescadores detectaron los primeros casos el 28 de julio.
Los responsables alemanes, sorprendidos por la llegada en masa de estos animales, reprocharon a las autoridades polacas por no haber avisado.
La ministra alemana de Medio Ambiente, Steffi Lemke, exigió una investigación exhaustiva para determinar las causas de este “desastre medioambiental”.
En Polonia, el gobierno populista de derecha recibió críticas por no haber actuado antes.
El primer ministro Mateusz Morawiecki aseguró que tuvo conocimiento del incidente “el 9 o 10 de agosto”, “es evidente que lo supe muy tarde”.
La víspera, intentó justificarse diciendo que “al principio, todo el mundo pensó que no era más que un problema local”.
Las autoridades estiman que los animales fueron probablemente envenenados.
En Polonia, la policía ofreció una recompensa de 215 mil dólares para encontrar al culpable de los vertidos.
Fuente: Milenio