Por dos veces ha aparecido Andrés Manuel López Obrador en la pantalla gigante del teatro Microsoft de Los Ángeles, donde se ha inaugurado oficialmente la Cumbre de las Américas.
Este miércoles se pretendía transmitir la idea de unidad y no solo el presidente de México estuvo fugazmente en la pantalla sino que niños y banderas de Venezuela, Cuba y Nicaragua participaron también en el escenario o las pantallas durante la apertura de esta Cumbre con más ausencias que nunca. En la gala, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lanzó un mensaje de unidad, aunque, eso sí, de unidad de las democracias.
“La democracia es el sello distintivo de una Carta Democrática Americana que surgió de la tercera Cumbre de las Américas, que capta nuestro compromiso único con la democracia como región”, ha señalado el presidente.
“Nos reunimos de nuevo hoy en un momento, en el que la democracia está siendo atacada en todo el mundo, y renovamos nuestra convicción de que la democracia no solo es el rasgo definitorio de la historia de América, sino también un ingrediente esencial de su futuro”, ha dicho Biden.
Es el eje de la política exterior de Biden: unidad de las democracias frente a dictaduras, autocracias y autoritarismos. En Europa, haciendo frente a Putin y la guerra de Ucrania; en Asia, aliándose con las democracias frente a China, y en América, donde ha excluido de la Cumbre a los países que no cumplen con los estándares democráticos. Biden quiso subrayar “el increíble poder de las democracias para lograr hacer la vida mejor para todos”.
“No siempre estamos de acuerdo en todo. Pero como somos una democracia, resolvemos nuestros desacuerdos con respeto mutuo y diálogo”, ha afirmado. “La pregunta es qué podemos lograr trabajando juntos como verdaderos socios con capacidades diversas, pero con igualdad y respeto mutuo. Reconociendo tanto nuestra soberanía individual como nuestras responsabilidades compartidas”, ha subrayado. Al empezar su intervención, Biden fue interrumpido por los gritos de dos asistentes, que fueron evacuados de la sala.
El mandatario invocó “el espíritu de Miami”, en referencia a la primera cumbre celebrada en 1994. “Esto es la esperanza por las nuevas posibilidades”, dijo en la ceremonia, donde hubo números musicales que subrayaban que algunas cosas no han cambiado tanto 28 años después. Entre estos, canciones de Emilio y Gloria Estefan y una versión de El Rey, el clásico de José Alfredo Jiménez y una de las canciones favoritas de Hugo Chávez, que fue interpretada por el nieto de Vicente Fernández.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, que intervino antes que Biden, ha señalado algunos de los problemas de la región, como “la crisis climática, la inseguridad alimentaria, la desigualdad económica, la corrupción y la violencia de género”. La californiana Harris ha dicho que harán falta “nuevas e innovadoras coaliciones” para tratarlos y que la Cumbre es una oportunidad “para lanzar nuevas iniciativas, para comenzar nuevas conversaciones y para construir nuevas alianzas”. La Cumbre plantea eso, propuestas e iniciativas, pero no prevé aún resultados muy concretos.
Fuente: El País