Frente al endurecimiento de la vigilancia de las rutas migratorias tradicionales por parte del gobierno mexicano y los riesgos por la presencia del crimen organizado, los centroamericanos están utilizando el mar como vía para cumplir el sueño americano.
De acuerdo con el informe “Mar adentro: migrantes y náufragos en el mar” de Naciones Unidas, hay cuatro puntos de internamiento vía marítima, cada uno con diferentes rutas en el sur, sureste, golfo y norte del país.
El primer punto es por la frontera sur desde el Puerto Ocós en Guatemala hasta tres destinos confirmados en Chiapas con un precio de entre 400 a 800 dólares: Mazatán, Puerto Chiapas y Paredón, con destino desde Oaxaca hasta Salina Cruz. Además, hay otras dos posibles rutas: Huatulco y Michoacán.
“Los traficantes conforman grupos de hasta 15 personas de diferentes nacionalidades que aguardan en hoteles de Ocós, Guatemala, una vez completando el número zarpan en lanchas viejas, pero con doble motor que las hacen viajar a gran velocidad”.
En la Península de Yucatán también se identificaron rutas marítimas para ingresar al país, principalmente de cubanos y centroamericanos, pero también hay registros de migrantes de India, China y África. En esta zona, las redes de tráfico utilizan las condiciones naturales de la región para internarse en territorio nacional tales como las reservas naturales en donde hay poca vigilancia.
Las principales rutas rastreadas provienen de Cuba con puntos de acceso a Isla Mujeres y Cancún, pero también se encontraron versiones que algunos ingresan por Belice a través de las reservas ecológicas.
Fuente: Milenio