Luis Pazos
Las reformas que propone el presidente López Obrador implican 18 cambios más a la Constitución, buscan consolidar el monopolio del poder y restarle representatividad a la oposición, a los organismos autónomos electorales y darle más control al Ejecutivo Federal en las elecciones, no solo en las federales, también en las estatales y municipales.
El organismo que denunció los excesos y descaradas violaciones a las leyes electorales por Morena, como tapizar el país con propaganda a favor de “Que siga AMLO”, fue el Instituto Nacional Electoral, INE, al cual busca desaparecer una de las reformas propuestas por Morena, y crear otro del cual tendrá un control completo el Ejecutivo. No hay ningún beneficio a la democracia con esa reforma, que destruye una de las pocas instituciones que actúa independientemente en las elecciones.
Otra reforma propone reducir de 40 a 33 por ciento el porcentaje de votos en relación con el total del padrón electoral, para que sean vinculantes las consultas de revocación de mandato. Al parecer, planean presentar en 2024 otra consulta populista de revocación de mandato, donde pedirán ampliar por dos años más el gobierno de Morena. En la pasada revocación de mandato, a pesar del acarreo y los cientos de millones gastados ilegalmente en propaganda, Morena solo consiguió 18 por ciento de votos en relación al total del padrón electoral.
La reforma que plantea la reducción de diputados de 500 a 300 y la supresión de los plurinominales, aumenta el porcentaje de votos de Morena con los mismos votos que obtuvo en la más reciente elección. De 55.2 por ciento de la votación para Morena y 44.8 por ciento para la oposición, si se reducen a 300 diputados, Morena tendría 62 por ciento de la votación y la oposición 38 por ciento. Morena estaría a 4 por ciento de obtener el 66 por ciento, porcentaje con el cual podría cambiar a su antojo la Constitución y ampliar su mandato dos años más después de 2024.
La reforma electoral de Morena crea un monopolio de los procesos electorales por el gobierno federal al desaparecer votaciones estatales y locales, lo que consolida una dictadura.
Muchos ciudadanos no se percatan que de aprobarse las reformas propuestas por el presidente López Obrador, convertirían de hecho al gobierno de Morena en una dictadura, donde ya no funcione la división de poderes. El Ejecutivo tendría un poder absoluto para gobernar al país. Una sola persona decidiría los destinos del México sin ningún límite.
