No hubo festejo de Ferrari en Italia y Sergio Pérez fue el factor determinante para una gran jornada de Red Bull Racing: el piloto mexicano demostró sus dotes defensivos y acabó segundo en el Gran Premio de Imola, una carrera que ganó Max Verstappen con comodidad y en la que los de Maranello vivieron una pesadilla con el abandono de Carlos Sainz Jr. y el semitrompo de Charles Leclerc que le costó la zona de podio.
Una brillante estrategia del mexicano maniató al monegasco, que jamás pudo hacerle frente y que perdió el control del auto y descendió puestos a nueve vueltas del final, teniendo que conformarse con la sexta posición. Gracias a ese incidente es que Lando Norris consiguió su primer podio del año, adjudicándose la tercera plaza.
Ferrari no tuvo nada que celebrar en una carrera marcada por la lluvia que cayó previa a su celebración, además de un gran desempeño de los Toros Rojos, quienes demostraron que tienen todo lo necesario para competirle a los de Maranello. Aston Martin por fin pudo celebrar ya que Sebastian Vettel (8º) y Lance Stroll (10º).
Fuente: Milenio