La tasa interanual de inflación en Estados Unidos se disparó en marzo hasta el 8.5% -seis décimas por encima de la de febrero-, informó este martes la Oficina de Estadísticas Laborales.
Se trata del mayor aumento interanual desde diciembre de 1981, es decir, desde hace más de 40 años, y viene impulsada sobre todo por el encarecimiento de la energía, los alimentos y la vivienda.
La subida mensual de los precios de consumo (de febrero a marzo) fue del 1.2%.
Los precios de la energía (que incluyen gasolina, crudo, electricidad y gas natural) subieron en los últimos 12 meses un 32%, empujados por el encarecimiento del crudo, del 70.1%, mientras que la gasolina subió un 48%.
En cuanto a la subida mensual, los precios de consumo energético subieron en marzo un 11% con respecto a los de febrero, según esta estadística.
Los precios de los alimentos, por su parte, subieron un 8.8% en un año, especialmente los relativos a compras en el supermercado, que aumentaron un 10%, mientras que los de la comida en restaurantes se incrementaron en un 6.9%.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente fue del 6.5% en tasa.
El precio de la vivienda, uno de los que más peso tiene en el cálculo de la inflación subyacente, subió un 5% en un año, y su incremento mensual fue del 0.5%.
El Gobierno de Estados Unidos había anticipado ayer que el dato de inflación iba a ser “extraordinariamente elevado”, y culpó de ello fundamentalmente a la invasión rusa de Ucrania.
En una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, se refirió en todo momento a la alta inflación como “la subida de precios de Putin”, en referencia al presidente de Rusia, Vladímir Putin, y a la invasión de Ucrania que su país empezó el pasado 24 de febrero.
Fuente: Forbes