Yaroslava Mahuchikh, de solo 20 años, logró con un salto de 2,02 metros una emotiva victoria en la final de altura de los Mundiales en pista cubierta que regaló al equipo de Ucrania el consuelo de escuchar el himno nacional en el Stark Arena de Belgrado, en plena guerra contra Rusia.
Su vuelta de honor, enarbolando la bandera nacional azul y amarilla, fue seguida con emoción por la delegación ucraniana desde la grada.
Mahuchikh, originaria de Dnipro, cargaba con la responsabilidad de liderar al pequeño equipo ucraniano, formado por seis mujeres (los hombres están en la guerra), en busca de la medalla de oro, y tenía credenciales bastantes para lograrlo: bronce olímpico, plata mundial y oro europeo en sala, pero había rivales dispuestas a impedírselo.
No lo tuvo fácil, porque la australiana Eleanor Patterson, que encabezaba el ránking mundial del año con una marca de 1,99, estuvo por delante cuando saltó los 2 metros justos. La ucraniana tuvo que agotar sus tres intentos para conseguirlo. Luego superó los 2,02 a la primera, dejando sentenciada la contienda. La australiana no pudo con esa altura.
La kazaja Nadezhda Dubovitskaya se alzó con la medalla de bronce con un salto de 1,98, por delante de la montenegrina Marija Vukovic (1,95) y de la segunda ucraniana, Iryna Gerashchenko.
Huye de la guerra y da una alegría a su país
En medio del conflicto que su país sostiene con Rusia, la ucraniana Yaroslava Mahuchikh vio su participación en el Mundial de Atletismo comprometida debido a la invasión rusa, pues necesitaba salir para acudir a Belgrado, sede de la justa.
Procedente de la región de Dnipró, Mahuchikh tuvo que pasar tres días escapando delos bombardeos que la fuerzas armadas rusas han lanzado contra su nación, motivo por el cual el llevarse un titulo mundial este fin de semana es mandar un mensaje de fuerza a sus compatriotas.
“Quiero mostrar mi fuerza en nombre de mi país asediado”, señaló de manera contundente en la víspera de la prueba en la que se coronó e hizo sonar himno nacional ucraniano.
Mientras Ucrania debe combatir en el conflicto bélico, deportista como la joven de 20 años de edad buscan dar una razón para la paz en su nación y el mundo. Ahora, Mahuchikh es símbolo de su país a quien espera darle fuerza en medio de tiempos tan complicados.
Fuente: Milenio
