Síguenos en nuestras redes

Hola, ¿que estas buscando?

NV Noticias

Política de principios

Transiciones trastocadas

Juan José Rodríguez Prats

En tiempos de clones, memes, plasmas y telepromters, no hay atributo político más escaso y por extensión más apreciado que la autenticidad.

Cayetana Álvarez de Toledo

           

Allá por los años 70 se empezó a hablar de una intensa transición de sistemas autoritarios hacia la democracia. Se percibía como el gran final de una larga disputa. El triunfo del Estado de derecho, la economía de mercado y la democracia liberal se llegó a bautizar como “el fin de la historia (Francis Fukuyama). El momento apoteósico fue la caída del muro de Berlín. El optimismo duró algunas décadas. Tal parece que la lucha por el poder y el alejamiento de la ética de la política ha sido, es y será un ingrediente ineludible en la historia.

Hay tres casos que me parecen de lo más relevante. España sintió un enorme vacío e incertidumbre a la muerte del dictador Francisco Franco. Juan Carlos I representaba la indefinición, pero pronto empezó a mandar señales alentadoras. Sin duda, su mayor acierto fue la designación de Adolfo Suárez como presidente del gobierno. Hábil operador político, convencido demócrata y con un arraigado sentido del deber, inició la transición. Una generación de políticos de diversa ideología alcanzó el consenso necesario para realizar el cambio. La clave estuvo en que sobre las ambiciones personales prevalecieron los principios, alcanzándose la concordia. Los avances empezaron a concretarse. Sin embargo, la propia democracia engendró una confrontación enconada. En 2011 surgió el Movimiento de los indignados que fue capitalizado por los extremistas. La vida pública se pulverizó y se polarizó. Hoy, con una monarquía que ha perdido su prestigio y honorabilidad, además con un nacionalismo exacerbado en varias entidades autonómicas, el sistema político español está en crisis.

Chile padeció una dictadura brutal durante 17 años. Mediante un plebiscito, ejemplo para toda América Latina, la oposición logró una amplia alianza. En las urnas, en 1988, se derrotó al dictador y se reinició la vida democrática. Al asumir la presidencia, Patricio Aylwin enunció tres principios que orientarían el gobierno del cambio: “Toda la verdad que aflore, toda la justicia que sea posible y hagamos un ejercicio de reconciliación”. Hubo notables avances. Al igual que España, no hubo grandes empeños en el ajuste de cuentas con el pasado. Lo urgente era crear un ambiente de entendimiento y civilidad. Hace dos años inició un extraño movimiento que ha intrigado a estudiosos al no ubicar sus causas y motivos. Los partidos que eran instituciones sólidas y con ideas claras se fueron disolviendo y apareció la polarización. El próximo domingo contienden dos candidatos extremistas: un expinochetista y un líder del partido comunista, consecuencia del movimiento social de protesta. Evoca la contienda una pesadilla, un retorno al pasado, un pueblo dividido y enconado.

En México, el PNR, abuelo del PRI, no se concibió como una solución final. Cada sexenio, hasta convertirse en el PRI, impulsó reformas. Se sabía una solución perentoria y desde los años 40, tres mexicanos ilustres, Luis Cabrera, Jesús Silva Herzog y Daniel Cosío Villegas, advirtieron el agotamiento de las tesis que habían motivado la Revolución Mexicana. Desde luego que se inició una transición hacia la democracia causada por muchos factores, entre otros, por los acuerdos entre el PRI y el PAN en 1988. Iniciaron las alternancias en todos los niveles. Hoy abundan los balances que prueban que los resultados no fueron los esperados. Señalo tres, en los que creo no se ha puesto suficiente énfasis.

1. Resquebrajamiento de la vida institucional. Nuevamente la pulverización y polarización que evitan avanzar y que envenenan las relaciones sociales.

2. La Constitución que nunca ha sido una auténtica norma jurídica respetada, respetable y nunca tan ostentosamente violada.

3. Un gobierno que prescinde de cuadros valiosos, de una burocracia experimentada.

Conclusión: la democracia es difícil de constituir.

Click para comentar
0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments

También te puede interesar

Política de principios

Juan José Rodríguez Prats ¿Estamos condenados a ser como los perros de Pavlov que salivan al oír la señal? Mark Thomson Todo buen gobernante...

Política de principios

Juan José Rodríguez Prats La conciencia sale a la luz con la revuelta, fractura al ser y le ayuda a desbordarse. Libera olas que,...

Política de principios

Juan José Rodríguez Prats De los buenos líderes, la gente no nota su existencia. Lao-Tse “No me vengan con el cuento de que la...

Política de principios

Juan José Rodríguez Prats La razón por la que no estoy en política… mientras sea posible para los locos de la derecha y de...

Advertisement
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x