El candidato de la alianza PRI-PRD aseguró que la tendencia “es irreversible”, mientras que el abanderado de Movimiento Ciudadano aseguró que tiene un margen de victoria de 10.5 puntos.
A pesar de que en Monterrey, las filas para las votaciones seguían y las casillas seguían abiertas, los dos candidatos se proclamaban ganadores de la gubernatura de Nuevo León.
A su vez, el aspirante del PAN, Fernando Larrazabal, señaló que, no obstante que tres encuestas le daban una ventaja de cuatro puntos en promedio, por prudencia y respeto a los electores que todavía estaban votando, no se declararía ganador.