En enero del año pasado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reportó que la barra de oro descubierta en el centro histórico de la Ciudad de México es parte, en realidad, del mítico tesoro de Moctezuma I, último emperador de los Mexicas.
El 25 de marzo de 1981, el entonces presidente de la República, José López Portillo, recibió en la residencia oficial de Los Pinos a Fernando Solana Morales, secretario de Educación Pública; Gastón García Cantú, director del INAH y un grupo de arqueólogos, quienes le informaron el hallazgo de una parte del tesoro de Moctezuma, el cual los españoles buscaron saquear durante los evento de la Noche Triste entre el 30 de junio y 1 de julio de 1520.
Francisco Bautista había sido quien encontró un tejo de Oro a un costado de la Alameda de la Ciudad de México, donde actualmente se encuentran las oficinas del Sistema de Administración Tributaria. Tal descubrimiento fue designado como un “testimonio histórico de primera magnitud”.
Según fuentes como México Desconocido, la reunión con López Portillo y los arqueólogos pudo abordar tema sobre la otra parte del enorme tesoro que consistía en barras de oro y joyas que habían sido recuperadas del fondo marino en agosto de 1976
“Cuando Cortés llegó a México-Tenochtitlan tuvo la suerte de que Moctezuma lo hospedara en el palacio de Axayácatl, depósito de los tesoros reales. Cuando los españoles abandonaron el palacio cargaron con tesoros que mermaron en los canales […] En Coyoacán, los pies de Cuauhtémoc y Tetlepanquetzal fueron untados con aceite y encendidos. Que los pies dijeran lo que muchas manos compartían: el paradero del tesoro. Muchas joyas deben haber salido por San Juan de Ulúa. Un naufragio ocurrió alrededor de 1528. De este naufragio provienen las llamadas joyas de Río Medio”, indicó Roberto Williams García.
Fue 1976, cuando el pescador Raúl Hurtado encontró parte del oro mientras pescaba en Punta Gorda, Veracruz.
De acuerdo con información de Pie de Página, Hurtado fue detenido y golpeado por la misma policía por el supuesto delito de robo a la nación. Posteriormente, el pescador colaboró con arqueólogos para localizar y recuperar más piezas ocultas en el arrecife, de las cuales una parte se exhibe en el museo Baluarte de Santiago, en el Puerto de Veracruz.
La barra de oro fue descubierta el 13 de marzo de 1981, se ubicó un canal que utilizaron los españoles para fugarse. Con un peso de aproximadamente 2 kilos, una longitud de 26.2 centímetros, una anchura de 5.4 centímetros de ancho y un grosor de 1.4 cm, la barra fue sometida a un análisis químico de rayo X fluorescentes, el cual determinó que pertenece al periodo en el que los españoles fundieron el oro en barras para facilitar el transporte a Europa.
“El Tejo de Oro es testimonio arqueológico único de ese momento histórico tan trascendente en la historia mundial”, comentó Leonardo López Luján, arqueólogo y director del proyecto Templo Mayor.
Fuente: infobae.com
