Les comparto este mensaje que escribí hace tiempo, pero que nos debe de hacer reflexionar dada la situación actual. La inicié diciendo: Así etiqueta Roberto Fantuzzi una de sus platicas que frecuentemente presenta en universidades, a grupos de empresarios y asociaciones civiles, en la cual usa la similitud entre un espermatozoide y su movilidad y las personas que administran o crean empresas.
¿Qué tipo de espermatozoides menciona Fantuzzi? Primero menciona al temeroso, el que le tiene un gran miedo a los cambios. Es el que cree que todo va bien y que por lo tanto no es necesario cambiar. Le encantan los monopolios, los mercados cautivos, y le teme a la innovación, al cambio y a la apertura comercial.
En segundo lugar menciona al autosuficiente, quien cree que solo él puede hacer que las cosas sucedan, que todo lo puede hacer el solo. El autosuficiente rechaza las alianzas con empresarios u organizaciones afines, es una persona muy creída de si mismo, resulta una persona difícil para que trabaje en equipo y muchas veces es muy egoísta y típicamente se rodea de puros “Yes men”
En tercer lugar menciona al relajado, toma la vida con una actitud de gran tranquilidad, es lento. No se preocupen nada nos puede pasar, es su respuesta a los cambios que ve en el entorno. Una actitud incoherente para los tiempos actuales y mucho más para los tiempos que vienen.
En cuarto lugar menciona al tradicional, el empresario que no tiene ningún interés en renovarse, mucho menos en transformarse y en aprovechar las oportunidades, eso sucede con los líderes de las grandes empresas tradicionales con un mercado muy estable y consolidado.
En quinto lugar menciona a los sicodélicos. El empresario súper innovador, bueno para idear nuevos productos, nuevas formas de vender y de promover sus productos o servicios. En sexto lugar menciona al perseverante, Fantuzzi insiste que “los empresarios y los emprendedores tienen que ser terriblemente perseverantes” sin duda esta es una característica de las personas exitosas. Lo que nos conduce al séptimo tipo, el espermatozoide emprendedor, que no es temeroso, ni relajado, ni tradicional. En esencia tiene cuatro elementos clave: Bueno para idear cosas nuevas, buen vendedor, buen administrador y muy perseverante.
Termino recordando a Steve Jobs un extraordinario emprendedor, creador de la compañía Apple, a la cual el inició, la hizo crecer y la consolido como una empresa de productos innovadores en el área de computación. Pero un día decidió invitar a un administrador para que operara, para que terminara de consolidar e hiciera crecer a la empresa. Pero pronto su espíritu creativo e innovador choco con el administrador eficaz que el había contratado. Para su sorpresa el consejo de su empresa decidió despedirlo. Se imaginan lo que pasó por la cabeza de Steve Jobs, ser despedido de la empresa que el había creado, a la que le había dedicado tiempo, esfuerzo, talento y cariño. Me imagino que fue devastador para el, así fue, lo mencionó Steve en su discurso en una ceremonia de graduación a la que había sido invitado como orador huésped, “pero al fin algo me despertó de nuevo, aún amaba lo que hacía y sabía hacer, así que decidí empezar de nuevo, así entre a uno de los periodos más creativos de mi vida”.
Su mensaje me recordó un comentario que leí ya hace buen tiempo: “No te dejes atrapar por el sueño de alguien más, vive tus sueños intensamente”.
Ramón de la Peña
