Once bebés recién nacidos murieron en un incendio en la unidad de neonatología de un hospital senegalés, informó el presidente del país, Macky Sall.
Tres bebés fueron salvados. “A sus madres y familias les expresó mis condolencias más profundas”, tuiteó Sall el miércoles por la noche.
La tragedia en el hospital Abdoul Aziz Sy Dabakh se atribuyó a un cortocircuito, afirmó Demba Diop, alcalde de la ciudad de Tivaouane, 120 kilómetros (75 millas) al noreste de la capital, Dakar.
El ministro del Interior, Antoine Diome, anunció que las autoridades abrirían una investigación sobre el estado de las instalaciones hospitalarias, así como de otros centros de atención médica, informaron medios senegaleses.
El fuego ocurrió un año después de que otros cuatro recién nacidos murieran en un incendio en un hospital de Linguere, en el norte de Senegal. Otras muertes han aumentado la preocupación por la salud materno-infantil en la nación de África Occidental, conocida por tener algunos de los mejores hospitales de la región.
Las autoridades descubrieron este mes que un bebé que había sido declarado muerto por una auxiliar de enfermería seguía vivo en la morgue. El bebé murió más tarde. El año pasado, una mujer embarazada murió en Louga, en el norte del país, tras esperar en vano a que se le hiciera una cesárea.
Tres comadronas recibieron condenas en suspenso de seis meses de prisión por no ayudar a una persona en peligro. El ministro de Salud, Abdoulaye Diouf Sarr, que asistía a la Asamblea Mundial de Salud en Ginebra, adelantó su regreso a Senegal.
Fuente: Milenio