La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su expectativa de que con la llegada de un nuevo titular a la Fiscalía General de la República (FGR) se logre una etapa de mayor coordinación entre el Ejecutivo y el órgano autónomo encargado de la procuración de justicia.
El relevo ocurre luego de que Gertz Manero aceptara la propuesta de convertirse en embajador de México, tras casi siete años al frente de la institución. Con ello, se abre el proceso de designación de un nuevo fiscal general, regulado en el artículo 102 de la Constitución.
Dicho artículo establece que el Ministerio Público de la Federación se organiza en la FGR como órgano público autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio.
Para ocupar la titularidad se requiere:
Ser ciudadana o ciudadano mexicano por nacimiento y estar en ejercicio de sus derechos.
Tener al menos 35 años cumplidos al momento de la designación.
Contar con una antigüedad mínima de 10 años con título profesional de licenciatura en Derecho.
Gozar de buena reputación y no haber sido condenado por delito doloso.
El fiscal general dura nueve años en el cargo. Si hay ausencia definitiva, el Senado tiene 20 días para proponer una lista de al menos 10 candidatos, aprobada por dos terceras partes de sus miembros, y enviarla al Ejecutivo. Si el Senado no cumple, el Ejecutivo puede enviar una terna y nombrar a un fiscal provisional. Finalmente, el Senado debe elegir al titular definitivo con el voto de dos terceras partes de sus integrantes.
Sheinbaum subrayó que este proceso es una oportunidad para fortalecer la colaboración institucional y garantizar que la Fiscalía actúe con plena autonomía, pero también con disposición de trabajar de manera conjunta en los grandes retos de seguridad y justicia que enfrenta el país.
Fuente: Milenio
