En 2024, México registró 33,241 homicidios, un aumento del 6.7 % con respecto a 2023, llevando la tasa nacional a 25.6 homicidios por cada 100 mil habitantes, esto de acuerdo al INEGI.
Los cinco estados con más homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes fueron:
• Colima – 123
• Morelos – 77
• Baja California – 65
• Guanajuato – 63
• Chihuahua – 60
En el lado opuesto, los cinco con menos homicidios dolosos:
• Yucatán – 3
• Coahuila – 4
• Durango – 6
• Puebla – 9
• Veracruz – 10
Este posicionamiento coloca a Veracruz entre los estados con menor violencia letal, pero no es momento de bajar la guardia, sino de fortalecer iniciativas comunitarias de seguridad y prevención.
Prioridades ciudadanas: prevención y valores
La baja relativa nos debe llevar a consolidar la tranquilidad. Es urgente reforzar los programas de prevención del delito, consumo de drogas, violencia y salud mental, desde la acción comunitaria, enfatizando la participación de la familia, la escuela y las asociaciones religiosas—todas las religiones e iglesias— como pilar del fortalecimiento de los valores, la ética y el bienestar emocional, especialmente en los jóvenes.
Además, se debe revertir la tendencia de separación familiar: en 2023 se registraron 163,587 divorcios, lo que equivale a una tasa nacional de 1.8 por cada mil personas de 18 años o más, y una relación de 32.6 divorcios por cada 100 matrimonios (INEGI, 2024). La estabilidad familiar es fundamental para la prevención social y la protección juvenil.
Propuesta de Comunidades Seguras para fortalecer la seguridad, la salud mental y prevenir adicciones
- Comunidades Seguras Escolares: espacios integrales en escuelas y entornos comunitarios para promover salud mental, prevención de adicciones, y reconstruir el tejido social desde la escuela.
- Programa de Prevención de la Salud Mental y Comunitaria: intervención desde diversos ámbitos—familias, escuelas, comunidades religiosas—para cuidar el bienestar emocional de niñas, niños y jóvenes.
- Inclusión de todas las religiones e iglesias como actores estratégicos para reforzar valores, ética social y acompañamiento emocional, reduciendo riesgos en sectores vulnerables.
- Campañas comunitarias de fortalecimiento del matrimonio y la familia, sembrando esperanza y estabilidad afectiva.
La familia, la escuela y la opción religiosa aportan estructura, significado y acompañamiento emocional en tiempos de crisis .
Colima y Morelos nos muestran lo que ocurre cuando la violencia se desborda y las comunidades pierden cohesión. Veracruz, en cambio, tiene hoy una ventaja estadística: está entre los cinco estados con menos homicidios dolosos. Pero las cifras no son un blindaje permanente; son una oportunidad que debemos cuidar como un tesoro colectivo.
Si todos, desde nuestro espacio de interacción social, laboral, familiar…, contribuimos en fortalecer las medidas de prevención del delito, la violencia, la salud mental, las adicciones se fortalecerá la seguridad pública, consolidando a Veracruz como una comunidad segura.
Familias sólidas, escuelas vivas, iglesias activas y autoridades cercanas: todos compartimos la misma misión. No basta con contener la violencia; hay que construir paz. Una paz que se siembra en los hogares se fortalece en las aulas, se respira en las calles y se defiende con valores y esperanza. Hoy, Veracruz puede demostrar que la prevención, la unión y la responsabilidad ciudadana son la fórmula más poderosa contra la violencia.
#ParaSerMejores sabiduría e inteligencia
Dr. Jeremías Zuñiga Mezano
