Ocho días después del hallazgo de cientos de prendas, objetos personales y restos de personas en el rancho Izaguirre, en Jalisco, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó “enérgicamente” los crímenes y urgió que se esclarezcan.
En un largo comunicado, el órgano encabezado por Rosario Piedra Ibarra aprovechó también para “contextualizar” y así exponer que si bien se ha comparado este tipo de violencia sistemática con los campos de exterminio nazis, “poco tienen en común, salvo que en ambos casos es preponderante la deshumanización de los perpetradores para exterminar a seres humanos”.
Señaló que en la Europa del siglo pasado el exterminio lo perpetró el Estado, como una política de limpieza racial y exterminio de lo diverso. “En México, el desarrollo de estas prácticas de tortura y de desaparición fueron durante gran parte del siglo XX prácticas que se ejercieron desde el Estado, como lo hemos documentado en la Recomendación General 46/2022 y en la Recomendación 98VG/2023 que abordan el periodo de la llamada la ‘Guerra Sucia’; y este tipo de prácticas también se usaron durante la ‘Guerra contra el Narco’ de 2006 – 2016”.
Actualmente, apuntó, estas acciones son perpetradas principalmente por organizaciones delictivas que operan en el marco de una economía criminal, mismas que se encuentran documentadas desde los años 90 del siglo pasado en diversos Estados de la República.
La CNDH informó también que trabaja en la elaboración de un informe especial sobre los casos de fosas clandestinas, con el objetivo de contribuir al derecho a la verdad, la justicia y la no repetición para toda la sociedad mexicana.
Asimismo, sobre el reforzamiento de las medidas cautelares que ya había interpuesto en favor de integrantes de “Guerreros Buscadores de Jalisco” y sus familiares, y la atracción del caso del rancho Izaguirre, por la presunta violación a derechos humanos y en virtud de que existe una repercusión al derecho a defender derechos humanos de integrantes del colectivo.
Fuente: La Jornada
