En un juicio exprés en el que agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA) y del Buró de Investigaciones (FBI) se lanzaron mutuas acusaciones, y donde muchos pedían que no se revelara más información de la agencia antinarcóticos,
Por ello, un tribunal del gobierno de Estados Unidos declaró culpables a Manuel Recio y John Costanzo Jr., a quienes se les acusó de estar coludidos y de entregar información confidencial a bandas de narcotraficantes mexicanos.
No obstante, documentos judiciales obtenidos, revelan que los agentes ya preparan una apelación y, por lo pronto, lograron que la sentencia se fije hasta el 24 de abril de 2024, a fin de darles oportunidad de preparar sus alegatos y una defensa más efectiva.
Independientemente del diferimiento del juicio, el proceso se convirtió en algo que recordaba más a los juicios contra narcotraficantes mexicanos, porque, entre otros aspectos reveladores, durante la etapa final de las pruebas y contraargumentos, los agentes llegaron a acusar a sus colegas de utilizar testigos protegidos criminales en su contra.
Apenas en septiembre pasado, el gobierno estadunidense abrió una transcripción de una audiencia entre los fiscales, los abogados y el juez, donde se reveló que las escuchas telefónicas que terminaron inculpando a los agentes se llevaron a cabo gracias a la información de una fuente confidencial con carrera criminal.
Hasta ese punto ha llegado esta historia, que incluso la misma Fiscalía de Estados Unidos dejó entrever que parece sacada de una película.
Fuente: Milenio
