Los incrementos en el salario mínimo y la aplicación de programas sociales ayudaron a que las familias mexicanas más necesitadas incrementaran su ingreso 19.9 por ciento de 2018 a 2022, mientras que los recursos de los hogares más acaudalados disminuyeron 2.2 por ciento, muestran cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2022, las personas que se ubican en el primer decil reciben 4 mil 470 pesos mensuales, superior a los 3 mil 728 de 2018.
Esto es porque el ingreso que obtienen por su trabajo en este mismo lapso se disparó 57.8 por ciento derivado de los aumentos al salario mínimo, mientras que su captación de dinero derivado de los programas gubernamentales subió 51.8 por ciento.
Cabe mencionar que la disponibilidad de dinero creció en gran medida porque los programas sociales aumentaron sus montos de apoyo. De esta manera, las familias más pobres del país recibieron en promedio 658 pesos mensuales, lo que representa 15 por ciento de los ingresos totales en este sector de la población.
“Vemos incrementos muy importantes en las remuneraciones por trabajo subordinado en los deciles de menores ingresos y eso está asociado probablemente a los incrementos en los salarios mínimos”, explicó Mauricio Rodríguez Abreu, director de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi en la presentación.
Pese a los incrementos en los ingresos de los más necesitados, la desigualdad en el país se mantiene vigente, pues las familias más ricas tienen ingresos 15 veces superiores a los de los hogares más pobres; sin embargo, la brecha actualmente es menor a la que se reportó en 2018 cuando era 18 veces mayor.
Actualmente, las familias más acaudaladas de México perciben 66 mil 899 pesos mensuales, lo que representa 2.2 por ciento menos con respecto a los 68 mil 369 de ingresos que se reportaron en la medición de 2020.
Fuente: Milenio