Por Jesús Utrilla
El déficit de vivienda en México asciende a 9 millones de unidades. Ante esta situación, se concretó una reforma al Infonavit y Veracruz ocupa el primer lugar a nivel nacional por los proyectos de gran calado que detonarán una importante derrama económica, señaló el experto inmobiliario Pedro Fernández Martínez.
Recordó que a través de Vivienda del Bienestar ya se contrataron 50 mil unidades y beneficiarán a municipios como Veracruz, Boca del Río, Coatzacoalcos, Medellín, entre otros.
Puntualizó que el programa Vivienda para el Bienestar aparece como una solución concreta para quienes todavía no logran ser propietarios.
“Para muchos trabajadores que ganan poco, uno o dos salarios mínimos, estas viviendas representan la única posibilidad de acceder a un hogar digno sin endeudarse en exceso. El precio accesible, los requisitos moderados y la garantía de vivienda nueva las convierten en una excelente alternativa frente a arrendamientos caros o viviendas precarias”.
En Veracruz se han identificado alrededor de 260 mil familias con demanda potencial por percibir entre 1 y 2 salarios mínimos.
La zona Veracruz- Boca del Río- Alvarado- Medellín es la de mayor número de derechohabiente, incluso serán más de 20 mil viviendas para el Puerto de Veracruz.
Las viviendas del Bienestar en Veracruz tienen una superficie de aproximadamente 60 metros cuadrados, con dos recámaras, baño completo, sala-comedor, cocina y patio de servicio.
Su valor comercial podría superar el millón de pesos, pero por medio del programa se ofertan alrededor de los 600 mil pesos, lo que supone una reducción notable frente al mercado tradicional.
Pedro Fernández Martínez dijo que un costo subsidiado y mensualidades compatibles para quienes ganan dos salarios mínimos o menos, se vuelve viable para sectores vulnerables.
A diferencia de viviendas improvisadas o rentadas en condiciones precarias, estas casas ofrecen espacios diseñados para una familia, con servicios básicos y planeadas para durar.
“Tener una vivienda propia representa seguridad, evita la incertidumbre del alquiler, y permite construir un patrimonio familiar. El programa tiene un enfoque social porque está dirigido a quienes no tienen casa, no tienen créditos vigentes, y muchas veces han quedado fuera del mercado inmobiliario tradicional”.
Dijo que fue un acierto determinar que ninguna casa será entregada si no cuenta previamente con todos los servicios básicos y los contratos correspondientes con las empresas responsables de su suministro.
