El mundo de la certidumbre ya no existe. Su primer quiebre fue la crisis financiera de 2008, y sobre ese cisma vino una ruptura en 2015, cuando los principales centros de pensamiento de Estados Unidos y Europa comenzaron a decir abiertamente: la globalización ya no nos funciona, no nos sirve. En este nuevo entorno, la ventana de la relocalización para México parece haberse cerrado y el nuevo enfoque de las inversiones se encuentran en la producción para el mercado local, explicó Jorge Mario Martínez Piva, director interino de la sede subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en México.
“Pareciera, y lo sabíamos, que la ventana del nearshoring no era eterna. Tenía una entrada y una salida. Bueno, la entrada fue un momento, parece que la salida ya llegó. ¿Se acaba con eso la inversión? No, se acaba esa forma y ahora se abren otras (…). Entonces, yo no sería pesimista, todo lo contrario”, dijo en entrevista. Enfatizó que ahora, así como se hizo hace siete décadas, cuando la Cepal hizo la propuesta de industrialización por sustitución de importaciones, el riesgo es que América Latina y el Caribe vuelvan a quedar en la periferia.
“Hoy lo que vemos es que hay un riesgo muy alto de otra vez quedarnos en la periferia, pero ya no necesariamente en materia industrial, sino en servicios, en inteligencia artificial, en software, en nuevas tecnologías, en todo lo que es la industria 4.0, que no solamente es chips y carros eléctricos, estamos hablando que la agricultura también es industria 4.0”, agregó.
Fuente: La Jornada
