Jesús Utrilla / NV Noticias
Adultos mayores de la comunidad LGBT enfrentan múltiples formas de discriminación que los colocan en una situación de alta vulnerabilidad. La falta de empleo, vivienda y acceso a servicios de salud son algunas de las principales carencias que padecen, señaló Guillermo Izacur Maldonado, presidente del Grupo Jarochos.
De acuerdo con el activista, muchos de ellos son rechazados incluso por sus propias familias, lo que los obliga a vivir en condiciones precarias y depender de rentas pequeñas o trabajos informales.
“Algunos sobreviven vendiendo hotdogs en la calle, otros fueron estilistas y ya no pueden ejercer por la edad; muchos no tienen dónde vivir y requieren medicamentos”, expresó.
La ausencia de seguridad social es otro factor que agrava la situación, pues en los empleos que tuvieron de jóvenes rara vez contaban con prestaciones laborales.
Izacur Maldonado advirtió que esta problemática no se limita a los adultos mayores, ya que también jóvenes y mujeres trans enfrentan obstáculos para conseguir un empleo formal y libre de discriminación.
No obstante, destacó que los asilos se han mostrado abiertos a recibir a las personas de la comunidad LGBT, lo cual representa un respiro en medio de un panorama adverso.
