En una fábrica china repleta de bufandas con los colores de Irlanda o Tanzania, su director Shang Yabing lamenta que la incertidumbre en torno a los aranceles estadunidenses frene los pedidos de productos derivados para el Mundial de futbol.
A nueve meses del torneo organizado en Estados Unidos, México y Canadá, los fabricantes de gorras, pulseras, banderas o sombreros con el emblema de las selecciones nacionales deberían ir desbordados de pedidos.
Especialmente en Yiwu, en el este de China, uno de los principales centros mundiales de producción al por mayor de pequeños artículos que atrae a compradores de todo el mundo.
Pero los múltiples giros de la guerra comercial entre Pekín y Washington, especialmente la persistente incertidumbre sobre el monto de los aranceles que el presidente estadunidense, Donald Trump, decidirá imponer a los productos chinos, hacen dudar a los clientes.
En los pasillos de la fábrica Yiwu Wells Knitting Productlos, los obreros dan los toques finales a una multitud de accesorios deportivos.
“Estamos en este sector desde hace más de 10 años y fabricamos productos derivados de la Copa del Mundo para casi cada torneo”, explica Shang a Afp.
“Este año conseguimos pedidos pequeños. Pero los más importantes, que están en espera, aún no se concretizan seguramente debido a los aranceles estadunidenses”, añade.
Fuente: La Jornada
