La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su “profundo dolor y empatía con las víctimas del lamentable accidente ocurrido en la alcaldía Iztapalapa”, donde la explosión de una pipa de gas ha dejado un saldo hasta ahora de ocho personas fallecidas, alrededor de 90 heridos y numerosas familias afectadas.
Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y presidente de la CEM, y Héctor Pérez Villarreal, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México y secretario general del organismo episcopal, señalaron que acompañan a las y los afectados.
Asimismo, reconocieron el esfuerzo de los cuerpos de emergencia, de las autoridades civiles y de “tantos ciudadanos solidarios”.
Llamaron a mantener viva la unidad y la colaboración ante este “doloroso acontecimiento”.
Subrayaron que la Iglesia católica “reitera su compromiso de cercanía con los más vulnerables y de acompañamiento en este momento de prueba, recordando que la caridad cristiana se hace concreta en la ayuda fraterna y en la oración perseverante”.
Asimismo, a nombre de la CEM, expusieron que “como pastores de la Iglesia de México elevamos nuestras oraciones por el eterno descanso de quienes han partido a la casa del Padre, pedimos también por la pronta recuperación de los heridos; y queremos hacer llegar nuestra palabra “como pastores de la Iglesia de México, elevamos nuestras oraciones al Señor de la Vida por el eterno descanso de quienes han partido a la casa del Padre, pedimos también por la pronta recuperación de los heridos; y queremos hacer llegar nuestra palabra de consuelo y esperanza a los hermanos que hoy sufren por la pérdida irreparable de sus seres queridos”.
