Ante la amenaza del presidente estadunidense, Donald Trump, de enviar tropas de la Guardia Nacional y agentes de inmigración a Chicago, muchos migrantes de origen mexicano decidieron portar sus pasaportes estadunidenses en todo momento, mientras que otros dudan en participar en las celebraciones del Día de la Independencia de México.
Aunque la fiesta es el 16 de septiembre, las celebraciones en Chicago se extienden por más de una semana y atraen a cientos de miles de personas. El primer evento es un desfile que se realizó ayer por el vecindario de Pilsen, de mayoría mexicana, que tuvo menor asistencia que otros años y donde una de las participantes gritó ¡no tengan miedo, viva México!.
Los organizadores de los desfiles y festivales están divididos acerca de si seguir adelante con precauciones o demorarlos. Una fiesta del Día de la Independencia de México programada en el centro de la ciudad para el próximo fin de semana fue pospuesto para proteger a la gente, una decisión que Galiela Méndez, miembro de la comunidad mexicoamericana, fue tanto desgarradora como comprensible.
Vianney Alarcón, de 42 años, dijo que en un acto de desafío, participará en las festividades para celebrar su herencia, pero llevando consigo su pasaporte.
Fabio Fernández, de 39 años, propietario de 3W We Will Win, una empresa de arte y camisetas en Pilsen, calificó de “preocupante” y “desalentador” que la posible intervención federal afecte las celebraciones.
La comunidad mexicoamericana de Chicago es más de una quinta parte de la población total y alrededor del 74 por ciento de sus residentes latinos, según estimaciones del Censo de Estados Unidos de 2022.
Fuente: La Jornada
