El presidente chino, Xi Jinping, reunió este martes por primera vez en Pekín a sus homólogos ruso y norcoreano, en una muestra de solidaridad con países rechazados por Occidente por su papel en la peor guerra que vive Europa en 80 años.
Xi recibió a Vladimir Putin en el Gran Salón del Pueblo y después en su residencia personal, y le llamó “viejo amigo”.
Horas más tarde, el tren blindado de Kim Jong Un fue visto por un testigo de Reutersllegando a la capital china. Los medios estatales norcoreanos confirmaron su llegada, diciendo que fue recibido por autoridades chinas, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, y expresó su agradecimiento a Xi por su hospitalidad.
Los tres asistirán a un multitudinario desfile militar el miércoles, en el que el presidente chino hará alarde de su visión de un nuevo orden mundial, mientras las políticas de”Estados Unidos primero” del presidente Donald Trump tensan las alianzas occidentales.
Más allá de la pompa, los analistas estarán atentos a si la cita puede ser una señal de unos lazos de defensa más estrechos tras un pacto firmado por Rusia y Corea del Norte en junio de 2024, y una alianza similar entre Pekín y Pionyang, un resultado que podría alterar el cálculo militar en la región de Asia-Pacífico.
También supondría un duro golpe para Trump, que ha hablado de sus estrechas relaciones con Putin, Xi y Kim y ha pregonado sus credenciales pacificadoras mientras la guerra de tres años y medio de Rusia con Ucrania sigue haciendo estragos.
Fuente: La Jornada
