Mientras miles de personas desfilaron durante todo el día frente al edificio en uno de cuyos departamentos cumple prisión domiciliaria la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien salió al balcón a saludarlos, tres años después del fracasado intento de asesinato en su contra, el gobierno de Javier Milei dio un nuevo paso hacia el vacío cuando la justicia le otorgó “medidas cautelares urgentes” para impedir la difusión de los audios que involucran en corruptelas a su hermana Karina Milei y otros funcionarios, a lo que se añadió la orden de allanamiento del domicilio de periodistas y una sede de televisión, entre otros, lo que produjo reacciones inmediatas.
La justicia concedió a Milei “la prohibición de difundir, propalar o divulgar más registros relacionados” con los audios que revelan la corrupción, al alegar el mandatario ultraderechista que se trataba de “un ataque planificado” que pretende “desinformar y condicionar ilegítimamente las próximas elecciones”.
El caso se suma al escándalo tras la difusión el pasado 19 de agosto de otros audios en los que el entonces titular de la Agencia de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, asegura que la hermana del mandatario recibía 3 por ciento de las compras de medicamentos para ese sector vulnerable.
El ahora ex funcionario asegura en estas grabaciones haber avisado al presidente de la supuesta trama de su hermana y secretaria de la presidencia.
En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ordenó el allanamiento de los domicilios de los periodistas Jorge Rial y Mauro Federico, quienes dieron a conocer los audios en la cadena de televisión C5N, y también se ordenó lo mismo contra los dueños del canal de streaming Carnaval y otros.
Por supuesto que la reacción no se hizo esperar. Ante esta situación diputados y senadores llaman a sesionar para analizar este acto de censura que se añade a varios anteriores contra periodistas, insultados además por el propio mandatario una y otra vez.
Fuente: La Jornada
