Funcionarios estadunidenses y chinos acordaron el martes buscar una prórroga de su tregua arancelaria de 90 días, tras dos jornadas de conversaciones en Estocolmo destinadas a calmar la escalada de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, que amenaza el crecimiento global.
No se anunciaron avances importantes, y los funcionarios estadunidenses afirmaron que corresponde al presidente Donald Trump decidir si prórroga la tregua comercial que expira el 12 de agosto o si permite que los aranceles vuelvan a dispararse hasta alcanzar cifras de tres dígitos.
Tras meses de amenazar con imponer aranceles elevados a sus socios comerciales, Trump ha conseguido acuerdos con la Unión Europea, Japón y otros países, pero la potente economía de China y su control sobre los flujos mundiales de tierras raras hacen que estas conversaciones sean especialmente complejas.
En mayo, ambas partes dieron marcha atrás en la imposición de aranceles de tres dígitos entre sí, lo que habría supuesto un embargo comercial bilateral. Sin embargo, las cadenas de suministro mundiales y los mercados financieros podrían enfrentarse a una nueva crisis si no se llega a un acuerdo.
Trump tendrá la última palabra sobre la prolongación de la tregua, dijo a periodistas el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Otra opción es una prórroga de 90 días, añadió por su parte el representante comercial estdounidense, Jamieson Greer.
“Le informaremos (a Trump) sobre el proceso que hemos llevado a cabo aquí. Sin duda, hemos mantenido reuniones constructivas, para volver con un informe positivo. Pero la prórroga de la pausa la decidirá él”, afirmó Greer tras las conversaciones mantenidas en Rosenbad, la oficina del primer ministro sueco en el centro de Estocolmo.
Bessent afirmó que probablemente habría otra reunión entre funcionarios estadounidenses y chinos en unos 90 días, y que los acuerdos sobre el flujo de tierras raras chinas se estaban perfeccionando tras las conversaciones previas en Ginebra y Londres.
“Se ha establecido una buena interacción personal, un buen respeto mutuo. Creo que entendemos mucho mejor su agenda”, afirmó.
Subrayando lo que está en juego, el Fondo Monetario Internacional elevó el martes su previsión de crecimiento mundial, pero señaló como un riesgo importante la posibilidad de un repunte de los aranceles.
Fuente: La Jornada
