La economía mexicana actualmente observa un decrecimiento de acuerdo con el Sistema de Indicadores Cíclicos (SIC), aunque esta medición también sugiere que en el corto plazo es probable que el crecimiento no se amplíe más, por lo que es posible una fase recesiva, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con el indicador que da seguimiento oportuno al comportamiento económico del país, el indicador Coincidente, el cual refleja la situación actual, se ubicó en 99.6 puntos en abril, nivel que estuvo por debajo de su tendencia de largo plazo. Lo anterior se tradujo en una disminución de 0.05 puntos, con respecto a marzo. Además, se trata de la vigésima primera contracción mensual consecutiva, el periodo más extenso, después del observado en septiembre de 2018 y mayo de 2020.
Este comportamiento se explica porque tres de sus seis componentes reportaron caídas en el cuarto mes del año.
La actividad industrial en abril descendió 0.06 por ciento en abril respecto a marzo, mientras que las ventas al menudeo cayeron 0.05 por ciento y el número de trabajadores asegurados en el IMSS descendió 0.08 por ciento.
En tanto, la tasa de desocupación urbana aumentó ligeramente 0.16 por ciento; el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que muestra una aproximación mensual del comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México, sólo creció 0.04 por ciento, mientras que las importaciones totales no mostraron variación alguna respecto a marzo.
En tanto, el indicador adelantado, que busca anticipar el comportamiento del primero, se ubicó en 99.8 puntos en mayo, lo que se tradujo en un aumento de 0.09 puntos frente al cuarto mes del año.
Fuente: La Jornada
