Las reparaciones del Buque Escuela Cuauhtémoc de la Armada de México iniciaron formalmente este fin de semana en los astilleros navales de Brooklyn, tres semanas después del percance que sufrió con un puente al tratar de abandonar la bahía de Nueva York, hecho que le costó la vida a dos marinos mexicanos y dejó al menos 22 heridos.
Personal de seguridad del astillero de la empresa GMD, a donde fue trasladado el buque el fin de semana, indicaron a MILENIO que los trabaos ya se han iniciado, pero evitaron dar más detalles al no estar autorizados para dar declaraciones con medios. El paso a la zona se encuentra restringido para el público.
De acuerdo con estimaciones hechas por las autoridades neoyorquinas, los trabajos de reparación podrían extenderse de uno a dos meses, dependiendo el grado de afectación de los equipos internos del buque mexicano.
John Andrechik, capitán en jefe de la Guardia Costera de Estados Unidos para el sector Nueva York, explicó en una conferencia de prensa que es el Gobierno de México quien costeará tanto la ocupación del astillero por el tiempo que sea necesario, así como los trabaos de reparación que correspondan.
El funcionario destacó que la maniobra de traslado del buque escuela desde el muelle 36 en Manhattan, donde estuvo atracado luego del choque con el Puente de Brooklyn, requirió una planificación de tres semanas para que se desarrollara con máxima precaución y prevenir otro incidente.
“Este esfuerzo es la culminación de tres semanas de preparación, en las que trabajamos en estrecha colaboración con el capitán y la tripulación del barco, con inspectores marinos y con expertos en grandes veleros, para garantizar una operación segura”, dijo el referido funcionario.
La operación de traslado del Cuauhtémoc a los astilleros navales de Brooklyn, y que fue cubierta por cadenas de televisión locales, contrastó notablemente con la que se intentó realizar el día del percance, cuando un solo buque remolcador sin ningún tipo de amarre intentó dirigir al navío mexicano.
Esta vez participaron cuatro buques remolcadores quienes resguardaron el movimiento del navío mexicano con la supervisión de dos helicópteros que monitorearon la operación, la cual inició a las 7 de la mañana del viernes. Todo el traslado tuvo una duración de aproximadamente 75 minutos, tiempo en el que además se suspendió la operación de los ferris que operan en el Río de Este.
Fuente: Milenio
