Jesús Utrilla / NV Noticias
Los transformadores sin resguardo y registros abiertos son una amenaza en zonas urbanas, reconoció el presidente del Colegio de Ingenieros Mecánicos y Electricistas de Veracruz, Gustavo Mendoza Barrón.
Aunque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) suele responder cuando se reporta una anomalía, el riesgo existe desde el primer momento en que un transformador queda abierto o un registro se encuentra destapado, sin que haya una denuncia inmediata por parte de la ciudadanía.
Estos incidentes, que antes se consideraban esporádicos, ahora son frecuentes en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y en otros municipios del estado. La exposición de los equipos eléctricos no solo representa un riesgo para técnicos o trabajadores del sector, sino también para niños, adultos mayores y cualquier persona que, por accidente o curiosidad, se acerque demasiado.
En el caso de los registros eléctricos abiertos, el riesgo no solo es eléctrico, sino también físico. Una persona puede tropezar, caer dentro, e incluso golpearse con estructuras internas. Aunque los cables suelen estar forrados, el desgaste o falta de mantenimiento puede convertirlos en un peligro.
Habló también sobre la ubicación de transformadores dentro de unidades habitacionales. En muchas de estas viviendas, los transformadores están situados cerca de ventanas, patios o pasillos comunes, lo que eleva el nivel de riesgo.
“Es momento de evaluar la posibilidad de reubicarlos. Habría que emprender una campaña de revisión y, si se considera necesario, iniciar un proceso para mover estos equipos a zonas más seguras”.
Insistir en que la ciudadanía debe reportar cualquier anomalía de inmediato a la CFE, y las autoridades locales deben vigilar el mantenimiento adecuado de estos equipos ya que la prevención puede evitar tragedias.
