Jesús Utrilla / NV Noticias
El corte de energía que afectó el pasado 28 de abril a millones de personas en España, Portugal y el sur de Francia dejó al descubierto no solo fallas técnicas en el sistema eléctrico, sino también la vulnerabilidad de una sociedad completamente dependiente de lo digital. Así lo advirtió Agustín Domingo, investigador de la Universidad de Valencia, durante su participación en una reunión de la Coparmex Veracruz.
“El apagón ha sido una llamada de atención: no estamos preparados. Pensamos que todo funciona por sí solo, sin darnos cuenta de que vivimos en una burbuja de bienestar muy frágil”, señaló el académico.
Dijo que el suceso debe abrir un debate urgente sobre la necesidad de construir una cultura de prevención y prudencia frente a las nuevas condiciones del mundo actual.
Durante el colapso eléctrico, se detuvo la actividad en comercios, se suspendieron sistemas de transporte y comunicaciones, y muchas familias perdieron alimentos almacenados. Aunque las pérdidas económicas aún no se han calculado con precisión, el impacto fue significativo tanto a nivel colectivo como individual.
Agregó que ni empresas ni autoridades estaban listas para enfrentar una crisis de este tipo.
“El ciudadano digital del siglo XXI es altamente vulnerable. Este evento marca un antes y un después, y debe ser el inicio de una reflexión profunda sobre cómo construimos resiliencia social”, comentó.
Finalmente, ante el escenario global de incertidumbre, el investigador hizo un llamado a mantener los principios fundamentales.
