MACROSCOPIO
Edgard González Suárez
Hay una narrativa privilegiada por los odiadores de la 4T y de AMLO para responsabilizarlo a él directamente y al movimiento en su conjunto por los hechos sucedidos en el “Yzaguirre Ranch” en el municipio de Teuchitlán, en el estado de Jalisco. Y también -faltaba más- hay una contra-narrativa que intenta exculpar o minimizar el papel del exmandatario en esos sucesos.
Esas narrativas parecen más intentos mediáticos por posicionarse electoralmente y nos deja ver que la oposición y algunos sectores afines al gobierno no salen de lucha electoral. Y por supuesto, es el peor terreno para analizar lo sucedido en Jalisco. Hay responsabilidades en todos los niveles de gobierno. El narcotráfico es una red de colaboraciones o complicidades de políticos, criminales, empresarios, medios de comunicación, etc.
El Rancho Izaguirre fue construido en 2014 y entre esta fecha y 2019 (Aritóteles Sandoval y Enrique Alfaro), fue “acondicionado” poco a poco. Y en 2020 se conoce que ya brindaba servicios para entrenamiento.
El pasado 19 de septiembre hubo un enfrentamiento entre el ejército y la Guardia Nacional en contra de integrantes del crimen organizado, la persecución los llevó al famoso rancho y ahí detuvieron a 10 delincuentes y liberaron a dos personas que al parecer estaban secuestrados. El ejército y la Guardia Nacional llamaron a la fiscalía de Jalisco y, entregaron el predio para las investigaciones correspondientes.
El 2 de febrero (2025) se informa en medios locales y nacionales que la Guardia Nacional detuvo a 38 personas en otro predio que hacía funciones de entrenamiento. El pasado 5 de marzo (una llamada) a el colectivo Guerreros buscadores, informó de posibles restos humanos en el predio y los conmino a seguir esa pista en ese rancho.
La Fiscalía estatal entregó su informe y remitió copia a la fiscalía general de la República de la investigación que ellos integraron a partir de la intervención en el predio. Las investigaciones debieron dar cuenta de las acciones, o a la falta de ellas, que Gobiernos municipales y estatal de Jalisco, anteriores y el actual, hicieron en el rancho desde que fue asegurado en septiembre.
Ahora el rancho y sus haberes dentro de él ha propiciado un enfrentamiento más entre una oposición carente de argumentos, una oposición sin discurso ni proyecto alternativo, una oposición que pretende hacer del Rancho jaliciense el parámetro para medir una supuesta conveniencia, complicidad e incluso, así llamada, “alianza” entre el Cartel de Jalisco y el Gobierno de Claudia Sheinbaum.
Han pretendido atribuir, con dolo y sin fundamento, la especie de que el Gobierno de Claudia Sheinbaum, conocía el rancho, tuvo información a la mano, y no hizo nada, y lo que es peor, Claudia, ella misma, dejó escapar a los perpetradores de los crímenes que se hayan cometido allí.
La maquinaria de bots, cuantas falsas, memes, mesas de análisis, comentaristas, radiofusoras, televisoras, todos en la enésima campaña para dañar al gobierno y convertirlo, a los ojos de la audiencia en el narco gobierno de Claudia Shainbaum.
Mientras esto sucedía en los medios, el Gobierno asistía a enfrentamientos con la delincuencia, decomisaba droga e incluso detenía a uno de los cabecillas mejor colocados en el organigrama del cártel de jalisco.
En fin, la oposición desorientada, despistada, no atina sino dar puros palos de ciego.
Los restos en el Rancho Izaguirre presenta varios desafíos entre ellos:
El desafío forense, debido a la destrucción de evidencias y contaminación de la escena y de restos óseos los también puede desaparecer información clave para su identificación.
El desafío para realizar una verdadera y pulcra investigación que vaya a fondo sobre los criminales involucrados en los hechos del rancho. Y revertir la inequidad, y la falta de Justicia e impunidad en el país.
El desafío político que implicará golpear y desarticular a la red de complicidades que controlan el narcotráfico, formada por políticos, empresarios, medios de comunicación. El desafío de la movilización de los grupos de la sociedad civil y de la sociedad en su conjunto.
El desafío para enfrentar la existencia de otros posibles predios en otros estados, incluidos estados gobernados por Morena (Veracruz, Tamaulipas, Chiapas, etc.).
El desafío internacional que vuelve a colocar al crimen organizado como bandas fuera de control por parte de las autoridades de gobierno.
Está en manos de Claudia intentar dar un golpe de timón respecto de este tema en lo particular y otros que serán determinantes para el futuro del país.
