Edgard González Suárez
Estando a 5 días de cumplirse tres años de la guerra en Ucrania. Todo parece indicar que el “hombre naranja” quiere terminar con la alianza europea-ucraniana y en una sentada, de una sola vez, con la guerra entre Rusia y Ucrania, para dar paso a un nuevo sistema de seguridad internacional para el mundo occidental, que por lo que se ve, seguirán dominando los Estados Unidos.
En solo dos días, James D. Vance, vicepresidente, Pete Hegseth, secretario de la defensa de los Estados Unidos y el General Keith Kellogg, representante de la casa blanca ante el conflicto ucraniano respectivamente, fueron, sin diplomacia, y sí de manera muy vehemente a humillar y reprender a los países de la Unión Europea, en sendas reuniones internacionales, una llevada a cabo en Munich, Alemania, y otra llevada a cabo en Polonia. Ambos secretarios y el General, dejaron impávidos y pálidos a sus anfitriones a quienes les dejaron clavadas varias flechan envenenadas.
El jefe del Pentágono sostuvo:
- “la presencia militar norteamericana en Europa no durará para siempre”,
- “EEUU está comprometido con la OTAN, pero hemos abierto otros debates, no necesariamente inmediatos”
- Lo que suceda dentro de 5, 10 o quince años, forma parte de una discusión más amplia”
- “Ahora en momento de invertir” y Europa debe gastar más en su defensa”
Con estas linduras, los EEUU abofetean a la Unión Europea y técnicamente les dijo, si quieren defenderse de enemigos externos, paguen por su propia seguridad. Los Estados Unidos no podemos ni debemos estar asumiendo el gasto de defensa de quienes no tienen claro quienes son verdaderamente los enemigos.
Por su parte el James Donald Vance, en lo que fue el más duro ataque de la administración Trump a Europa, dijo:
1) En Europa hay un franco retroceso democrático.
2) Hay un abandono de sus valores tradicionales como la libertad de expresión.
3) Los enemigos no son externos, no es Rusia, ni China, los enemigos de Europa son internos.
4) hay viejos intereses arraigados que se esconden detrás de palabras desagradables de la era soviética, como información falsa y desinformación, a los que simplemente no les gusta la idea de que alguien con un punto de vista alternativo pueda expresar una opinión diferente.
En un sentido similar, el General Kellogg en una entrevista previamente pactada aseguró que Europa no debe participar en las negociaciones sobre el futuro de Ucrania, se dijo partidario de la escuela del “realismo” político y sugirió a los europeos participar en el debate, pero no andar quejándose de si participan o no en las negociaciones.
Con todo ello, el fin de semana pasado tuvo de todo, reproches a la política europea, indicaciones para que inviertan cada vez más en su seguridad, que pongan los ojos en las necesidades europeas inmediatas, y que no se anden quejando por si participan o no en una eventual negociación entre Trump y Putin sobre Ucrania.
Con esos movimientos, la administración Trump hizo volar por los aires la alianza entre Europa y Ucrania, evidenció las limitaciones geopolíticas, financieras y militares de la política impulsada por Biden y la Unión Europea. Y se presta, ya desde esta semana, a iniciar negociaciones entre los rusos y los estadounidenses, en Arabia Saudita, sin la presencia de Zelensky, ni de los europeos. Logrando mostrar al mundo quien tiene realmente el mando y la posición de fuerza frente a Putin.
Suponemos que son apenas el inicio de las negociaciones, pero según el propio Trump, como resultado de aquella famosa llamada telefónica entre los presidentes Putin y Trump, Ucrania no ingresará a la OTAN, si podrá pertenecer a la Unión Europea, no podrá recuperar los territorios ganados por los rusos en la guerra y tendrán los Ucranianos que aceptar el plan de desarrollo y reconstrucción presentado por los americanos a Zelensky, quien tendrá que convocar a elecciones para legitimar al próximo presidente de Ucrania.
Como dijimos, a los Estados Unidos le urge un alto al fuego, y comenzar la reconstrucción de Ucrania. Vamos a ver si esos “pasos” en firme resultan las bases definitivas del fin de la Guerra en Ucrania.
