Uno de los protagonistas de la disputa comercial entre México y Estados Unidos fue el llamado Plan B, al que el gobierno de Claudia Sheinbaum buscaba recurrir tras el, hasta entonces, diálogo infructuoso entre las dos partes. El 1 de febrero, la presidenta instruyó en sus redes sociales al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, para que recurriera a esta opción que contempla “medidas arancelarias y no arancelarias”.
Sin embargo, eran pocos los detalles que se conocían del plan, incluso, unas horas antes de acordar con su homólogo Donald Trump una suspensión temporal para retrasar la aplicación del 25% de aranceles a las mercancías aztecas, Sheinbaum Pardo aseguró que este lunes daría más detalles.
Contrario a lo que se esperaba en la conferencia del 3 de enero, la mandataria informó el repentino aplazo del “Plan B”, esto derivado a la suspensión arancelaria que se concretó en llamada con el presidente norteamericano. Ante la presente resolución con Estados Unidos, la titular optó por omitir los detalles respecto a las estrategias de operación para el Plan ‘A’ y ‘B’.
En un intercambio de propuestas vía telefónica, los diplomáticos llegaron al acuerdo de suspender temporalmente el aumento de aranceles, además de establecer una mesa de trabajo coordinada para la resolución de problemáticas. En razón de lo anterior, Sheinbaum Pardo consideró que la ejecución del “Plan B” ya resultaba innecesaria a implementarse en México.
En “La Mañanera del Pueblo”, la presidenta no especificó ninguna de las estrategias de lo que se planeaba ejecutar con el ‘Plan B’, pues determinó que la resolución arancelaria ya no ameritaba su desarrollo en el país, por lo que adelantó que la estrategia se mantendría en suspensión hasta nuevo aviso.
Fuente: Infobae