La inusual floración de una planta amenazada que emite un olor a carne en descomposiciónatrajo el jueves a cientos de devotos aficionados a un invernadero de Sydney, donde hacían fila para experimentar una eclosión trascendental y una fragancia que recuerda a calcetines de gimnasio y basura podrida.
Alta, puntiaguda y maloliente, la flor cadáver es conocida científicamente como amorphophallus titanum, o bunga bangkai en Indonesia, donde se encuentran en la selva tropical de Sumatra.
Pero para los fans de este ejemplar, es Putricia, un acrónimo de “putrid” (putrefacto) y “Patricia” adoptado con entusiasmo por sus seguidores, que se hacen llamar Putricianos. Delante de una cortina púrpura y envuelta en la niebla producida por un humidificador, durante una semana ha adornado una majestuosa y gótica exposición en el Real Jardín Botánico de Sydney.
