En México han sido reportadas como desaparecidas poco más de 300 mil personas, de las cuales más del 90% han sido encontradas, en su gran mayoría con vida. Esto se debe, en gran medida, a programas de búsqueda de desaparecidos, tal es el caso de la Alerta Amber.
Es un programa enfocado a la difusión inmediata de menores de edad desaparecidos que se encuentran en peligro inminente de sufrir daño grave por motivo de no localización.
Estas son las Alertas Amber difundidas
En los últimos años, particularmente desde 2006, México ha sufrido una crisis de violencia en la que se registra el incremento de delitos de alto impacto, así como los reportes de personas desaparecidas.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), en México, del 31 de diciembre de 1952 al 21 de octubre de este año el total de personas desaparecidas, no localizadas y localizadas son 334 mil 317. De esta cifra, 116 mil 603 personas se encuentran desaparecidas, mientras que 200 mil 976 personas han sido localizadas con vida.
Niños, niñas y adolescentes también son víctimas de desaparición, delito en crecimiento que está relacionado principalmente por la violencia generada por organizaciones criminales y delincuencia organizada, de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Un documento de esta institución de 2022 reveló que durante 2021, cada día se reportaron desaparecidas, no localizadas o localizadas 17 personas de entre 0 y 17 años en México, una cifra que aumenta con el paso del tiempo.
Desde 1964 hasta la fecha, un total de 87,436 niñas, niños y adolescentes han sido reportados en alguna de estas categorías. De estos casos, uno de cada cinco seguía desaparecido o no localizado hasta el 9 de agosto de 2022, sumando un total de 17,593.
Esta preocupante situación se une a las fallas que siguen existiendo en los procesos de búsqueda, principalmente por parte de instituciones públicas. “Al momento en que se reportan las desapariciones y localizaciones de niñas, niños y adolescentes, se dejan de registrar detalles del cautiverio, que son relevantes en la investigación del delito, pero también de los presuntos perpetradores o de las violencias que pudieron haber sufrido las infancias en el tiempo en que estuvieron desaparecidas”, mencionó la directora de la institución.
También señaló que las autoridades cierran las investigaciones una vez que se produce la localización, lo que dificulta identificar los patrones y motivos del delito, obstaculizando así la prevención de futuras desapariciones y fomentando la impunidad.
Fuente: Infobae