El actor y creador de contenido Memo Aponte ha vuelto al centro de la polémica tras las recientes declaraciones de sus exnovias, Mónica Rosales y Shaddia Haddad.
En un episodio del podcast Hablemos De Tal, ambas compartieron impactantes testimonios sobre abuso emocional, manipulación psicológica y maltrato animal, reabriendo debates sobre las relaciones tóxicas y los límites del comportamiento en figuras públicas.
Mónica Rosales y Shaddia Haddad describieron en el podcast cómo sus relaciones con Memo Aponte estuvieron marcadas por la manipulación y el control.https://d-17451171601421736789.ampproject.net/2410292120000/frame.html
Mónica relató episodios de aislamiento social y maltrato emocional, mientras que Shaddia profundizó en preocupantes actos de violencia animal.
Entre las declaraciones más alarmantes, Shaddia acusó a Aponte de drogar a sus mascotas con sedantes ilícitos para evitar que lo “molestaran”, especialmente durante la noche.
Además, afirmó que Memo reaccionó con violencia física contra uno de sus perros, una perrita llamada Sora, por haberse comido un control remoto.}
Tras las declaraciones, usuarios en redes sociales manifestaron su apoyo a las víctimas y exigieron una investigación legal sobre las acusaciones de maltrato animal.
Á demás de que los usuarios en redes sociales se indignaron con las jóvenes por no hacer nada en su momento.
En México, estos actos están tipificados como delito y podrían implicar sanciones legales de comprobarse su veracidad.
Cabe mencionar que no es la primera vez que Memo Aponte enfrenta señalamientos públicos. En años anteriores, fue acusado en redes sociales por supuestas conductas manipuladoras y relaciones con menores de edad, críticas que, si bien no prosperaron legalmente, han marcado su trayectoria pública.
Uno de los comentarios más conmovedores del podcast fue el testimonio de Mónica.
“Tuve tres meses buenos y viví dos años esperando a que esos tres meses regresaran. Nunca lo hicieron”.
Esta frase encapsula el impacto psicológico que tienen las relaciones abusivas, donde el ciclo de manipulación y control afecta la autoestima y bienestar de las víctimas.
El caso de Memo Aponte no solo involucra una figura pública, sino que pone sobre la mesa la importancia de visibilizar las relaciones tóxicas y el maltrato, tanto emocional como físico.