Las vivienderas se contraen de cara al plan de la presidenta Claudia Sheinbaum de construir un millón de viviendas de interés social en su sexenio. Hasta 2023, seis desarrolladoras (Ara, Ruba, Vinte, Cadu, Javer y Be Grand) concentraron una de cada cinco unidades de la producción de 210 mil viviendas nuevas en todos los segmentos, desde lujo hasta económicas. Pero este año el panorama se reducirá a solo cinco grandes jugadores.
Según la consultora Softec, el mercado de vivienda se encuentra atomizado entre unas 3 mil 500 y 4 mil desarrolladoras que juntas aportan poco más de 170 mil unidades; mientras que las seis grandes que cotizan en bolsa, ya sea en el mercado accionario o de duda, representarán este año entre 35 mil y 38 mil unidades.
“El reto de construir vivienda de interés social es enorme, pero a la vez representa una oportunidad para las constructoras para reanimar sus actividades, generar crecimiento económico y permanente oferta de empleo”, comentó Towle.
Ayer, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) aprobó que una de estas seis, Grupo Vinte, adquiera hasta 100 por ciento de las acciones de otro integrante de esta sexteta, la regiomontana Grupo Javer, a través de una Oferta Pública de Adquisición (OPA), aún por anunciarse.
Fuente: Milenio