Jesús Utrilla / NV Noticias
El incremento de viviendas y el robo de energía genera fallas en la red eléctrica. La ciudad de Veracruz se mantiene en crecimiento pero en los nuevos desarrollos no se cercioran que los transformadores cuentan con la capacidad suficiente para abastecer a las nuevas viviendas, señaló
Lorenzo Piedra García, secretario general de la sección 128 del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM).
En los últimos ocho meses llegaron cerca de 2 mil 500 transformadores y continúa el mantenimiento de la red eléctrica en la conurbación, sin embargo, creció el robo mediante “diablitos”.
“Hay muchas instalaciones que son de aluminio, las están cambiando por cobre y eso ha mermado el tema de energía eléctrica. La meta es darles mantenimiento a las redes y se le viene dando, pero desafortunadamente viene creciendo la mancha urbana y fraccionamientos crecieron con edificios y está poniendo atención la CFE para que cuando hagan eso vean si el transformador tiene la carga suficiente para darle la energía eléctrica a los nuevos proyectos”.
El robo de energía eléctrica mediante la instalación de “diablitos” o conexiones ilegales que desvían la corriente eléctrica antes de que pase por el medidor, es un problema significativo que afecta a diversos sectores de la sociedad y la economía.
Este fenómeno tiene consecuencias tanto inmediatas como a largo plazo, y afecta a consumidores, empresas y proveedores de energía.
La instalación de “diablitos” representa un grave riesgo para la seguridad. Estos dispositivos son instalados de manera improvisada y sin las medidas de seguridad adecuadas, pueden provocar accidentes.
“Comisión poco a poco ha estado atendiendo el tema de los transformadores donde ha crecido la mancha urbana. Hay mucha mancha urbana que ha crecido, donde la gente agarra la luz que no le corresponde y hace que se alteren los transformadores y no se dan abasto para poder abastecer esos terrenos irregulares”.
La demanda no registrada de electricidad puede llevar a sobrecargas en el sistema eléctrico, resultando en apagones y fallas en el suministro de energía. El uso de “diablitos” puede acelerar el desgaste de la infraestructura eléctrica porque las conexiones ilegales generan una carga adicional sobre los transformadores, cables y otros componentes del sistema.
