La Iglesia católica en España ha asumido el control de los conventos de unas monjas que anunciaron que dejaban de seguir al papa de Roma para aliarse con un falso obispo que está excomulgado.
La Santa Sede ha nombrado comisario pontificio al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, lo que le da poder total sobre los monasterios, según explicó este miércoles el prelado.
De este modo, asume el control de tres monasterios con que cuenta en el norte de España una comunidad de religiosas clarisas que el pasado 13 de mayo anunció su salida de la Iglesia católica.
Además, ha requerido al falso obispo excomulgado, Pablo de Rojas, y al portavoz de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, José Ceacero, que abandonen el convento en el que se encuentran desde el anuncio del cisma.
Cualquier decisión, incluso el empleo de la fuerza para conseguir su salida, se tomará si es necesario, al amparo de la ley, a través de los servicios jurídicos de la Iglesia, que en primer lugar intenta su salida voluntaria.
Como comisario pontificio, el arzobispo controla la toma de decisiones tanto administrativas y de vida religiosa como patrimoniales, incluida la representación legal en el ámbito civil, explicó en rueda de prensa.
El nombramiento ha sido comunicado a las clarisas a través de sor Isabel, abadesa durante los últimos años pero cuyo mandato ha expirado este miércoles.
Iceta insistió en que quiere “actuar con delicadeza y prudencia”, pues el objetivo es que las religiosas “reconsideren su decisión y encuentren el camino de retorno a casa”.
Fuente: El Universal
