La representante republicana Claudia Tenney pidió a los miembros de la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que “exploren” destituir al presidente en virtud de la 25 Enmienda después de que un fiscal especial lo absolvió de irregularidades, pero lo describió como un anciano con problemas de memoria.
Tenney le escribió al fiscal general Merrick Garland el jueves por la noche para compartir sus “graves preocupaciones”.
“Después de concluir que el presidente Biden, a sabiendas y intencionalmente, eliminó, manejó mal y divulgó documentos clasificados repetidamente durante un periodo de décadas, el señor Hur recomendó no obstante que no se presentaran cargos contra él”, decía su carta. “El razonamiento del fiscal especial fue alarmante”.
El fiscal especial Robert Hur publicó sus conclusiones el jueves en el caso sobre el manejo de materiales clasificados por parte de Biden. El informe de Hur, de 388 páginas, investigó cómo los documentos de la época de Biden como vicepresidente terminaron en su casa de Wilmington, Delaware, y en un antiguo espacio de oficina. Hur determinó que “intencionalmente” retuvo los documentos, pero no presentó ningún cargo y describió a Biden como un “anciano bienintencionado con mala memoria”, recordó el medio The Hill.
“Le corresponde a usted explorar procedimientos para destituir al presidente de conformidad con la 25ª Enmienda a la Constitución de Estados Unidos”, escribió Tenney. “El presidente Biden debe ser acusado o debe ser destituido. No hay término medio”.
Los senadores republicanos Rick Scott (Florida), Mike Lee (Utah) y Josh Hawley (Missouri) también publicaron por separado en X, la plataforma antes conocida como Twitter, pidiendo que se invoque la 25 Enmienda.
Los representantes Mary Miller, Marjorie Taylor Greene y Mike Collins también sugirieron invocar la Enmienda 25, y Miller dijo que si “no renuncia, el gabinete debe invocar la Enmienda 25”.
¿Qué es la 25 Enmienda?
La enmienda fue ratificada en 1967, tras el asesinato de John F. Kennedy, como un procedimiento para sustituir a un mandatario “que no es capaz de llevar a cabo sus poderes y deberes en el cargo”. Se redactó para casos en los que un presidente no pudiera cumplir con sus funciones por muerte o enfermedad.
Estipula que “en caso de destitución del presidente de su cargo, de su muerte o renuncia, el vicepresidente asumirá la presidencia”.
El vicepresidente y una mayoría del gabinete de Biden deberían informar al Congreso por escrito de que el presidente no puede cumplir con su tarea. Si el Congreso ratifica el informe, la vicepresidenta Kamala Harris asumiría de inmediato.
No obstante, recordó el medio El País, la situación puede revertirse si el presidente comunica por escrito que puede ejercer las labores del cargo. Sería necesaria una mayoría de dos tercios en ambas Cámaras para mantener a Biden al margen, y la vicepresidenta seguiría ejerciendo de presidente.
Fuente: El Universal
