“Yo dije, ‘ya van a empezar a tronar sus pistolas, ya hasta que empezaron a cortar cartucho’ y dijeron, ‘mátenlos todos a la v****’ (sic), empezaron las balas y todos a correr”, contó con terror un sobreviviente de la masacre en Salvatierra, Guanajuato.
El joven, quien pidió anonimato por miedo, habló y contó cómo vivió el ataque de sujetos armados en su posada en la ex hacienda de la comunidad de San José del Carmen.
Señaló que la música del grupo Dinastía Cornejo aun sonaba, él, estaba parado platicando con otro amigo, cuando vio a varios sujetos ingresar al lugar, lo cual le pareció extraño.
Organizadores del evento, notaron su presencia y se acercaron a ellos para saber quiénes eran, cuando de pronto, “empezó el desmadre”, dijo.
“Las personas entraron con armas largas, entraron y como le digo, estás en una fiesta y toda la gente está en su desmadre, cuando entraron las personas armadas, los chavos aquí se arrimaron a ver qué onda y cuando vieron que traían armas, (…) se sintieron agredidos y fue cuando empezó todo el desmadre”.
Señaló que, tras escuchar las ráfagas, corrió y trató de esconderse entre la maleza. Mientras lo hacía, escuchó a lo lejos a un hombre dar la orden de “matar a todos”.
“Yo nada más escuché las balas por un lado y corriendo, hay como cuarto o se puede decir como salas que están derrumbadas u oscuras y ahí, pasto, tierra, piedras, nosotros buscamos una salida y no había, nos quedamos así, acostados en el suelo y se seguían escuchando balazos y decían, ‘busquen bien y mátenlos todos, a la v****’”.
Al cesar las balas, quienes sobrevivieron al ataque, intentaron llamar al número de emergencias 911, pero no les respondieron, cuando al fin lo lograron, la primera ambulancia llegó al lugar mucho tiempo después del ataque.
“Nosotros no quisimos salir, tardó como hora y media en llegar una ambulancia, marcamos al servicio de emergencias y ‘hola, está usted marcando al servicio de emergencias’”, lamentó.
Al llegar la primera ambulancia, los paramédicos no podían creer el número de personas tiradas en el piso, solicitaron más apoyo. La presencia de la Policía Municipal se hizo presente para resguardar el inmueble.
Fuente: Milenio
