Una cascada de amparos, en al menos cuatro estados del país, ha impedido a la Fiscalía General de la República (FGR) entregar a Estados Unidos al narcotraficante que más desean tener en sus manos, Rafael Caro Quintero, involucrado en la muerte del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena Salazar, hace 38 años.
De acuerdo con funcionarios del gobierno federal, el Ministerio Público Federal está enfrentando una batalla legal para conseguir su objetivo, que Caro Quintero pueda ser entregado a los estadunidenses antes de finalizar el año o a comienzos de 2024.
El líder del antiguo cártel de Guadalajara ha promovido amparos en el Estado de México, Ciudad de México, Jalisco y Sinaloa. Pero otro obstáculo para su extradición es su estado de salud, pues recientemente tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de la próstata en un hospital mexiquense.
Tan solo uno de sus procesos duró siete años y culminó en 2021. El asunto llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde se determinó que el Tratado de Extradición entre México y Estados Unidos no es inconstitucional.
Lo anterior, solo fue una parte del litigio, pues una vez que se pronunció la Primera Sala de la Corte el asunto fue devuelto a un tribunal colegiado de la Ciudad de México, donde finalmente los magistrados rechazaron protegerlo contra la extradición. El juicio se desarrolló cuando el capo se encontraba prófugo.
Fuente: Milenio
