Sam Altman regresará como presidente ejecutivo de OpenAI apenas unos días después de su destitución, culminando frenéticas discusiones sobre el futuro de la compañía en el centro del auge de la inteligencia artificial.
El desarrollador de ChatGPT también dio a conocer un nuevo consejo inicial, con el ex codirector ejecutivo de Salesforce Bret Taylor como presidente y Larry Summers, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, y Adam D’Angelo como directores. D’Angelo formaba parte del consejo original que había destituido a Altman.
El regreso de Altman podría marcar el comienzo de una nueva era para la empresa, que durante mucho tiempo ha tenido que lidiar con la preocupación del personal por los peligros de la IA y su potencial de comercialización.
“Estoy deseando volver a OpenAI”, dijo Altman en una publicación en la plataforma de redes sociales X, antes conocida como Twitter, a última hora de ayer.
La junta directiva original había dado pocas explicaciones sobre el despido de Altman el viernes, aparte de su falta de franqueza y su necesidad de defender la misión de OpenAI de desarrollar una IA que beneficie a la humanidad.
Los analistas afirman que los cambios favorecerán a Altman y a Microsoft, que ha prometido miles de millones de dólares a la startup y está desplegando su tecnología entre sus clientes de todo el mundo.
“Siguen existiendo grandes dudas sobre por qué se despidió a Altman y por qué se ocultó la decisión a Microsoft”, declaró Danni Hewson, responsable de análisis financiero de AJ Bell.
“Lo que sí parece claro es que Microsoft jugará ahora un papel mucho más importante, que la asociación se hará más fuerte y las dos compañías estarán más integradas”.
El presidente ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, celebró los cambios.
“Creemos que este es un primer paso esencial en el camino hacia una gobernanza más estable, bien informada y eficaz”, dijo en X.
Las acciones de Microsoft subían casi 1 por ciento en las operaciones previas a la apertura de la sesión estadunidense.
No estaba claro de inmediato si los anteriores directores de OpenAI, que no poseen participaciones, mantendrían sus puestos, o si los patrocinadores de su filial con ánimo de lucro -como Microsoft, propietaria del 49 por ciento- se harían finalmente con los nombramientos.
A diferencia de la mayoría de las empresas emergentes de Silicon Valley, OpenAI está supervisada por un consejo de administración sin ánimo de lucro diseñado para garantizar que la seguridad de la IA tenga prioridad junto con el crecimiento. Creó la unidad con fines de lucro limitado en 2019 para recaudar fondos y otorgar opciones sobre acciones a sus empleados.
“El regreso de Altman consolida su influencia sobre la dirección de OpenAI, y probablemente significa que será más audaz y centrada en las ganancias, pero también potencialmente menos reacia al riesgo”, dijo Kyle Rodda, analista de Capital.com.
Los portavoces de la empresa no respondieron de inmediato a la solicitud de comentarios.
El anterior consejo de OpenAI estaba formado por Tasha McCauley, Helen Toner y el científico jefe de OpenAI, Ilya Sutskever, y el presidente ejecutivo de Quora, D’Angelo, que forma parte del consejo renovado.
Fuente: Milenio