Grupos liberales han interpuesto demandas en Colorado, Minnesota y otros estados para impedir que Trump aparezca en las papeletas, basándose en una medida constitucional rara vez utilizada que le prohíbe aspirar a la presidencia a cualquiera que haya jurado respetar la Constitución y posteriormente se haya “involucrado en una insurrección” en su contra.
La cláusula de dos frases que aparece en la 14ta enmienda constitucional ha sido utilizada en apenas un puñado de ocasiones desde la Guerra Civil.
Debido a eso, prácticamente no existe jurisprudencia que defina sus términos, incluido lo que constituiría una “insurrección”. Aunque desde los ataques del 6 de enero ha habido discusiones en torno a si las acciones en el Capitolio deben ser consideradas una insurrección, el debate en el tribunal la semana pasada ha sido distinto: Si quienes ratificaron la enmienda en 1868 las calificarían como tal.
“Existe esta disputa muy pública, en todos estos términos coloquiales, sobre si fue una insurrección, pero en realidad el meollo se reduce a lo que significa este término constitucional”, dijo Derek Muller, un profesor de derecho en la Universidad de Notre Dame que ha seguido el caso de cerca.
Existe una amplia variedad de otros motivos jurídicos por los que podrían fracasar estos intentos improbables por impedir que el expresidente y actual puntero en los sondeos de las primarias republicanas llegue a las boletas, desde los límites en el papel que desempeñan las cortes estatales hasta determinar si la Sección Tres es aplicable al presidente.
Fuente: El Financiero
