Los primeros días tras el impacto del huracán Otis, Acapulco, Guerrero, estuvo incomunicado a tal nivel que la Secretaría de Marina tuvo que utilizar tecnología que está prevista para casos de una guerra.
No había telefonía celular, energía eléctrica o caminos abiertos. Hace una semana Acapulco quedó devastado, incomunicado… herido.
Quienes tienen familiares, amigos, conocidos, en ese puerto del pacífico mexicano pasaron horas, días y en algunos casos continúan sin saber de ellos y continúa la búsqueda.
Por eso, muchos siguen peinando la costa y se sabe que gran parte de los desaparecidos son trabajadores; capitanes, tripulación o vigilantes de las embarcaciones que estaban ancladas en la Marina. Todos los navíos que estaban en ese lugar cuando llegó Otis desaparecieron o quedaron desechos sobre la costera.
“Empezamos a trabajar, la verdad es que estaba devastado… Empezamos desde el primer día, había mucho problema de comunicación, tuvimos que habilitar equipos sofisticados que se utilizan en eventualidades mayores como podría ser en casos de guerra, para comunicarnos”, explicó Luis Arturo de la Rosa, comandante de la Unidad de Protección Marítima y Portuaria de la Secretaría de Marina en Acapulco.
Explicó que fue tal el daño que las labores de búsqueda no empezaron desde el primer día, “como tal no, porque no llegaban, empezó la Secretaría de Marina, la décimo segunda región naval y la capitanía de Puerto empezamos a trabajar, la verdad es que estaba devastado…”
Fuente: Milenio
