Por Lic. Luis Enrique Villalobos Urbina
Los países que se consideran democráticos cuentan con una división de poderes, cuya finalidad es mantener un sano equilibrio dentro de la democracia: el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Siendo los primeros dos poderes, poderes de características netamente políticas, ya que son elegidos a través del voto. En cambio, el Poder Judicial normalmente con un perfil de conocimientos técnicos, esto es así, debido a que este Poder, es el que se encarga de vigilar que las acciones de los demás poderes se realicen con apego a la legalidad y a los derechos humanos.
Es común que a los gobiernos populistas les incomoden los jueces, y esto se refleja en una frase dicha por Evo Morales “la independencia judicial era una “doctrina norteamericana” y del “capitalismo”, esta frase, dibuja de cuerpo entero el pensamiento de un gobierno dictatorial socialista. Por eso, cuando llegan al poder estos tipos de gobierno es frecuente que ejecuten una serie de estrategias políticas, para someter al Poder Judicial
¿Por qué les interesa controlar al Poder Judicial? Para dar legitimidad a toda maniobra para controlar a las instituciones y a la oposición, ejemplo de lo anterior, es el caso de Nicaragua que a principios del 2023 acuso traición a la patria a trescientos opositores del gobierno imponiéndoles como sanción la pérdida de la nacionalidad. Una vez que se apoderan del Poder Judicial, comienzan a diseñar las reglas de su propia democracia, que en la mayoría de los casos implica reelección e impunidad.
¿Cómo se apoderaron del Poder Judicial en Venezuela?
En 1999 Hugo Chávez emprendió una guerra mediática para desprestigiar al Poder Judicial ante la sociedad, para así legitimar sus propuestas, a principio del año dos mil con la mayoría del Congreso formó una Comisión que decretó que el Poder Judicial se encontraba en “emergencia” por lo cual era necesario hacer diversas modificaciones, entre las que señalaba que si un Juez contaba con siete quejas (sin importar de que tipo fuera) debían ser removidos, el resultado fue que a más de un ciento de jueces les aparecieron las quejas necesarias para que fueran suspendidos, y se nombraron jueces provisionales a modo.
En el 2004, en una segunda embestida por controlar el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, teniendo la mayoría del Congreso, Hugo Chávez, propuso ampliar de 20 a 32 los Ministros o Jueces Constitucionales, y claro, el oficialismo designando esos doce nuevos jueces, teniendo así el control total del Poder Judicial de Venezuela hasta el día de hoy.
Los gobiernos populistas buscan ideologizar también a través del Poder Judicial, tenemos declaraciones en Venezuela del Magistrado Fernando Vega Torrealba donde decía que ya era hora que el Poder Judicial se sumará a la construcción del socialismo bolivariano (Por cierto, este personaje es Magistrado del Tribunal Electoral de ese país)
Cabe señalar, que Venezuela y Nicaragua son los países de América Latina con los niveles más bajos de independencia judicial
¿Y Bolivia?
Evo Morales en el 2009 ante una vació de Jueces constitucionales aprovechó tener una mayoría del Congreso para expedir una ley, que le permitiera designar de manera directa 20 de los 27 puestos de la Corte Suprema. Y de igual manera, en el 2010 a través de una iniciativa en el Congreso se autorizó que todos los jueces designados antes del 2009 y a partir de este momento, tenían la calidad de cargos transitorios (aunque algunos tuvieron cargos permanentes). En el 2018, Bolivia contaba con 1200 jueces en todo el país, de los cuales solo 163 tenían cargos permanentes, es decir el 87% de los jueces de ese país eran jueces provisionales, sujetos a que los corrieran en cualquier momento. La transitoriedad de los jueces en Bolivia sirve como premio si te portas bien o castigo y remoción si te portas mal según los designios de los mesías.
Los gobiernos populistas son reiterativos en sus estrategias para controlar a los Poderes Judiciales: Inestabilidad en el cargo de los jueces (nombramientos provisionales), falta de transparencia en la designación, condiciones precarias en los trabajos (sueldos y espacios físicos), interferencia política y detenciones arbitrarias a juzgadores.
Si un gobierno populista toma control del Poder Judicial ¿A quien recurres? De ahí la importancia de defender y apoyar al Poder Judicial Federal de los embates del Presidente y sus aliados. Esto puede convertirse en el inicio de una debacle democrática o de la defensa a la democracia. Los Fideicomisos fueron un pretexto.